Mejor que los bonos. Un análisis realizado por la Dirección de Estudios de la Bolsa de Madrid revela que la adquisición de acciones durante 1980 y 1997 produjo una rentabilidad anual del 21,5%, seis puntos porcentuales más que el rendimiento obtenido por los bonos a largo plazo (15,3%).
La inversión en Bolsa, en el mismo período de tiempo, ha sido también más productiva que la compra de renta fija a corto plazo. El rendimiento anual de los depósitos a un mes entre 1980 y 1997 se situó en el 13,2%.
Sin embargo, dentro del plazo 1980-1997, la renta variable no siempre ha sido la mejor inversión. Ha habido bastantes años en los que la rentabilidad de los bonos ha sido superior a la de las acciones. Fue el caso de buena parte de los ejercicios comprendidos en el periodo 1980-1984 (ver gráfico en la página). En los últimos 18 años ha habido varios ejercicios en los que la Bolsa ha registrado una rentabilidad negativa.
Esta evolución registrada en el mercado de acciones español es homogénea a la dada en los mercados internacionales. Así, la diferencia de rentabilidad entre los bonos a largo plazo y las acciones en Gran Bretaña entre 1919 y 1996 fue de 5,9 puntos porcentuales a favor de la renta variable, y en Estados Unidos, entre 1926 y 1990, de 5,5 puntos.
El banco de negocios británico BZW realizó el primer análisis comparativo entre rentabilidades de la deuda y la Bolsa en el Reino Unido. El objetivo era demostrar que había que invertir más en renta variable, ya que en el largo plazo siempre era más productiva.
A este estudio británico siguieron otros, y los inversores de los países occidentales, siguiendo estos análisis, aumentaron sus inversiones en Bolsa con vistas a obtener un buen beneficio en el largo plazo.
Actualmente, todos los analistas aconsejan comprar acciones si se quiere realizar una inversión a largo plazo. Pero ninguno recomienda la Bolsa con un horizonte inferior a dos años, ya que en los cortos períodos de tiempo la renta variable no sólo puede ser menos productiva, sino que puede tener un comportamiento negativo.
Los dividendos. No hay que olvidar, además, que la rentabilidad en Bolsa se obtiene por dos vías: los dividendos, un rendimiento que se conoce de antemano antes comprar las acciones y la revalorización del valor.
Según el estudio de BZW, los dividendos suponen dos tercios de la rentabilidad total de la inversión en acciones en largos espacios de tiempo.
¿Cuál es el riesgo de tener números rojos comprando y vendiendo acciones en el corto plazo? Ahorro Corporación ha realizado un estudio que mide las probabilidades de perder dinero según el período que dure la inversión. Para ello, ha utilizado la evolución histórica del Indice General de la Bolsa de Madrid en un plazo de 14 años.
Según este análisis, la probabilidad de obtener pérdidas en Bolsa cuando se invierte a un año es del 28%.
Este porcentaje va disminuyendo según aumenta la duración de la inversión. Así, cuando se compra y se vende a tres años vista, la probabilidad de perder dinero se reduce al 22,8%, y en cinco, al 19,8%.
A partir de los cinco años de inversión, el riesgo de generar pérdidas comienza a reducirse fuertemente, ya que baja al 12,7% en períodos de seis años, al 3,8% en siete, y al 1,9% en ocho.
Según el estudio de Ahorro Corporación, a partir del noveno año de inversión ya no existe ningún riesgo de registrar pérdidas
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