Coincido contigo en que en aquellos lugares donde se mueven cantidades obscenas de pasta el nivel de corrupción aumenta exponencialmente, pero creo que afirmar que el adelanto electoral es un intento de pucherazo electoral es, por usar palabras de Alan Greenspan, una exuberancia irracional. Por decirlo de manera distinta, creo que es un análisis extremadamente simplificado de la picadora de carne en la que se ha convertido la política española.
Por otra parte, por mucho que se haya intentado deslegitimar el voto por correo por parte de sectores ultras, este país, afortunadamente, aún no es una República Africana y no hay que olvidar que es una opción clara, sencilla y eficiente de ejercer nuestro derecho al voto.
La maniobra a la que te refieres huele mas bien a una maniobra osada, forzada a la desesperada, tratando de hacer de la necesidad virtud. Sánchez ha optado, en lugar de una rendición por aplastamiento y una masacre de opciones a gobernar a cámara lenta, que era lo que deseaba la derecha y con la que se relamían los potenciales votantes conservadores, ha optado por un ataque como la mejor defensa posible. Una especie de muerte súbita del atacante o del contrario.
Seamos honestos. Todos los que por aquí escribimos sabemos a la perfección que al PSOE le quedaba un auténtico infierno mediático de aquí a diciembre que ríete del infierno de Dante. Ese regodeo adelantado basado en los sueños húmedos de vender la piel antes de cazar el oso es la típica ensoñación que provoca la soberbia supremacista del que cree que lo tiene todo ganado. Esa que nubla el pensamiento cuando hay una asimetría tan brutal entre las opciones de ganar en las generales, al menos un 80 % de posibilidades de que gane la derecha, con respecto a un escaso 20 % de volver a renovar la actual legislatura.
La suerte que tenéis los votantes conservadores es que la izquierda del PSOE está hecha una mierda y una brunete mediática extremadamente eficiente.