Artículo Fernando Luque en Morningstar
Lo que su gestora (casi) nunca le dirá
Hay algunos aspectos importantes en la gestión de un fondo, como la información sobre los gastos, la estrategia de inversión, la cartera o el gestor en los que las entidades gestoras deberían ser más transparentes de cara a sus partícipes.
Hace algunos días, la prensa económica se hizo eco del tirón de orejas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores a algunas gestoras por haber incluido en sus fondos de fondos clases de fondos extranjeros destinadas al gran público en lugar de las clases institucionales con menores comisiones.
Al margen de que esta práctica es francamente perjudicial para los pequeños partícipes y, sin lugar a dudas, reprobable desde un punto de vista ético (aunque no legal), cabe hacerse la siguiente pregunta: si algunas gestoras son capaces de esconder estos detalles a los ojos del gran público, ¿qué otro tipo de información pueden mantener “secreta”?
En este aspecto hay tres grandes apartados en los que las gestoras (sobre todo las españolas, si las comparamos con sus homologas europeas o americanas) pueden mejorar la información facilitada al partícipe: uno relativo a la información sobre los gastos del fondo (en la que habría que incluir el caso especial de los fondos de fondos), otro relacionado con la información de la cartera del fondo y un tercero que tiene que ver con la información sobre el gestor del fondo.
¿Cuánto me cobra mi fondo?
Un primer aspecto en el que las gestoras deberían hacer un esfuerzo informativo es el de los gastos y comisiones. Por supuesto, las comisiones anuales de gestión, depósito así como las de suscripción y reembolso son datos que las gestoras deben hacer público al registrar los folletos de sus fondos y cualquiera que quiera consultar esas comisiones puede hacerlo a través de de la página web de la CNMV (www.cnmv.es) o, incluso, a través de la página de Morningstar (www.morningstar.es).
Pero esas comisiones no son los únicos gastos que soportan los inversores. Existe una serie de otros gastos, “invisibles” para el inversor, como los gastos de intermediación (es decir, los gastos de compra y venta de los títulos que figuran dentro de la cartera del fondo), los gastos de auditoria, los gastos de publicación de folletos, y un largo etc. Es cierto que estos gastos no son tan importantes como los anteriormente mencionados, pero vienen, en definitiva, a reducir la rentabilidad final que reciben los inversores. Y, por lo tanto, estos tienen todo el derecho del mundo a saber qué coste total les supone invertir un determinado fondo de inversión. Este gasto total del fondo se mide a través del ratio TER (Total Expense Ratio en inglés). Algunos estudios demuestran que los TER de los fondos españoles, tanto de renta variable como de renta fija, son los más altos de toda Europa. También hay que saber que, dentro de una misma categoría de fondos, las diferencias entre los TER de los fondos pueden ser realmente elevadas.
¿Qué estrategia sigue mi fondo?
Las comisiones no son el único apartado en el que la comunicación de la gestora hacia sus partícipes puede y debe ser mejorada. La información sobre las inversiones del fondo también presenta en muchos casos grandes deficiencias. En general existe una gran carencia en cuanto a la explicación de la estrategia desarrollada. Los informes trimestrales, en la inmensa mayoría de los casos, se limitan a describir más que a analizar los resultados pasados. En muy pocas ocasiones, podemos leer el informe de un fondo en el que el gestor explica, por ejemplo, cuales han sido los valores que más han contribuido y los que menos han aportado a la rentabilidad del fondo durante un determinado periodo.
Y no hablemos de estrategia de inversión. Pocos son los gestores que realmente explican cual va a ser esa estrategia inversora en el futuro. ¿Cómo ve el mercado en el próximo trimestre? ¿Cuáles