La empresa perfecta no existe, el inversor perfecto tampoco. Entre las muchas estrategías que podemos poner en práctica a la hora de invertir, cabe la posibilidad e decanterse por una que nos de buenos rendimientos por dividendos y posibilidades de revalorización a largo plazo. Si un valor presenta un precio barato desde el punto de vista històrico y además tiene buenas cifras por PER, rendimientos por dividendos por encima de los depositos bancarios y el IPC, y los analistas le aguran buenos resultados futuros, parece evidente que estamos ante un valor que a día de hoy pinta bien, independientemente de lo que pueda ocurrir en el futuro. Si tenemos la precaudión de invertir de forma diversificada en muchos de estos valores, disminuirà el riesgo de nuestras inversiones y a medio y largo plazo tenemos muchas probabilidades de obtener beneficios. Lo bueno de esta forma de proceder es que no necesitamos muchos conocimientos, todo viene publicado en diversos medios.Por otra parte al tener en cuenta pocos parámetros podemos rastrear con cierta rápidez muchos valores. Al centrarnos en unos pocos paràmetros de calidad resulta más fàcil tomar decisiones. La clave estaría en elegir siempre valores de calidad y diversificar nuestra cartera tanto como podamos.