La diversificación. De la necesidad al riesgo
De todos es conocido la necesidad de no tener todo el montante en un único valor, sobre todo, cuando se intenta exprimir al mercado y obtener algo más que pingües beneficios en el corto o petit medio plazo. A veces pasa, que el valor elegido se mueve en una lateralidad tediosa mientras que otras acciones incrementan su valor cuasi día a día. Esa "infalible intuición"al escoger obliga a veces a permanecer dentro de una elección a todas luces equivocada, aún cuando la "estudiada" acción se encuentre en pérdidas, con la esperanza de que el olfato poderoso y la vista sorprendente producen ganancias obligatorias.Tozuda disposición. Por otro lado, la diversificación excesiva, con una constelación de valores en la cartera, tiene tambien inconvenientes y efectos indeseables. Uno de ellos sucede, cuando se intuye que el mercado está soltando papel de manera controlada antes de iniciar un recorte de cierto rango. En esas dos, tres sesiones anteriores al descalabro, algunos valores más sensibles, de esas carteras, comienzan a entrar en pérdidas. Pero, como siempre hay algunos que están aún en beneficios, inconscientemente, se soportan esas pérdidas que se van descontando mentalmente de los beneficios para autoconvencerse de que el mal todavía no es lesivo. Cuando los valores "bleu" viran al rojo, los primeros que iniciaron las pérdidas están ya desgraciadamente invendibles. Así llegan los enganchones y los cuelgues casi siempre.
Perdón por el rollo.