Tom Holloway, de 57 años, estaba intentando dejar de fumar por lo que recurrió al cigarrillo electrónico,
Tom Holloway, de 57 años, estaba intentando dejar de fumar por lo que recurrió al cigarrillo electrónico, con tan mala suerte que el aparato le estalló en la boca arrancándole algunos de los dientes y destrozándole la lengua, además de producirle quemaduras en la cara.
Joseph Parker, del Departamento de Bomberos de North Bay, en Florida, ha explicado que lo sucedido fue como «sujetar un pequeño cohete con la boca y que de pronto explote. La batería salió del tubo y comenzó a arder».
Los investigadores han asegurado que por el momento desconocen la marca del cigarrillo electrónico aunque sí han señalado que la batería del dispositivo era de litio y recargable.
El jefe de bomberos Joseph Miller ha asegurado que la víctima se puso en contacto con el departamento para agradecerles su ayuda y les dijo que se estaba recuperando en un hospital en Mobile, Alabama.
Thomas Kiklas, cofundador de Asociación Tobacco Vapor Electronic Cigarette, ha asegurado que no conoce un caso similar al de este señor y eso que en Estados Unidos más de 2,5 millones de estadounidenses consumen cigarrillos electrónicos.