Sufrimos una gravísima crisis económica pero, aún es más grave...
La crisis económica que sufrimos es gravísima pero creo que, aún más grave si cabe, es la extrema situación que venimos acumulando de falta de decencia, de ética, de vergüenza, de valores personales, de integridad... y exceso de prevaricadores, de enriquecimientos ilícitos, de despilfarradores del dinero público "porque no es de nadie", de "mindunguis" que ostentan cargos públicos exclusivamente para medrar y añadir ceros a sus cuentas bancarias, asegurándose una vida de lujo que, por su escasa capacidad profesional, jamás hubieran soñado poder alcanzar.
En todos los ámbitos de la vida podemos encontrar personas sin escrúpulos que hacen daño: en la propia familia, en el ámbito laboral y en la sociedad en general.
Éstos, en mayor o menor medida, según la amplitud del círculo en que se muevan y controlen, hacen daño a un mayor o menor número de personas. Pero si esos "indecentes" consiguen hacerse hueco en la cima del poder político, nos hacen mucho, pero que mucho daño a todos. Caminan, en su ascensión, a paso firme, sin importarles lo más mínimo los "cadáveres" que van dejando en el trayecto. Y, eso sí, adulados y aplaudidos por los que, siendo como ellos, quieren medrar a su rebufo.
En tanto nuestra sociedad no se sanee de tan malas personas; las leyes no sean capaces de sentar en el banquillo a quienes nos roban a mansalva, con penas de cárcel y devolución de lo robado, y no sean capaces de "pedir cuentas" a quienes nos arrastran al precipicio, no podrán sentarse las bases para que nuestra sociedad se rehaga y crezca con ilusión de futuro.
¡Basta ya de primas y "retiros" millonarios para aquellos que no se lo merezcan!... y de poltronas en consejos de estado, de grandes empresas o similares, donde esconder sus vergüenzas... si es que, alguna vez, la tuvieron.
Y, como suele ocurrir, quienes estamos pagando los "platos rotos", somos los más débiles... y, ellos, a disfrutar de lo lindo...