Jamones cinco estrellas a precio de saldo, para disgusto de los súper Sánchez Romero
Redacción.- 20/06/2012
Es otro más de los excesos de los tiempos de bonanza. España crió durante años cerdos ibéricos como para tres comidas al día. Ahora, esos jamones cuelgan por miles y miles en secaderos a la espera de un consumidor final que ha vuelto al chopped y a la mortadela. Ni siquiera el incipiente y prometedor mercado chino es suficiente para dar salida al stock que lleva años curándose bajo cuatro paredes cada vez más cerca de secarse.
El presente del jamón es tan negro que la cadena de supermercados Sánchez Romero, un distribuidor ubicado en el segmento alto de precios que opera únicamente en las zonas más pudientes de Madrid, ha decidido liquidar a precio de saldo su reserva de pata negras. Todo un tesoro con categoría tres jotas, puro ibérico de bellota, que amenazaba con no poder partirse tras más de cuatro años envuelto en rejilla a la espera de ser despachado.
El volumen de stock era tan elevado que Sánchez Romero ha optado por vender las 45.000 piezas que almacenaba a un mayorista. La operación ha conmocionado al sector del ibérico de bellota, ya que la cadena de supermercados ha colocado todo el lote en su poder a 10 euros el kilo, un precio de derribo, que representa un descuento de casi el 50% respecto al que fija el mercado para este segmento de jamón de alta calidad.
En esta operación distressed, como si de un fondo de inversión oportunista se tratara, el lado comprador ha sido la firma sevillana Jamones Badía, que además de ser un productor de ibéricos de larga tradición en el sector, tiene también intereses complementarios que canaliza a través de una cadena propia de establecimientos de alimentación y restauración bajo distintas modalidades: charcuterías, cash&carry y cafeterías.
Esta estructura es la que pretende Badía para colocar el stock adquirido a Sánchez Romero. Por un lado, vendiendo al por menor ibéricos de bellota a precios muy bajos, dado que compró todo el lote con un descuento sobre precio de mercado del 50%. Y por otro, despachando el jamón como un producto más, pero de calidad superior, a través de su negocio de restauración, cocina básica que desde ahora incluirá tapas de pata negra.