como te digo,me gusta saber el porque de las cosas y su origen,no creer por creer,ni porque si,ni porque es tradicion...
"que nació de María Virgen":
¿Fue María siempre virgen?
Mat. 13:53-56, BJ: “Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí, y, viniendo a su tierra, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: ‘¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos [a·del·phoi′, en griego] Santiago, José, Simón y Judas? Y sus hermanas [a·del·phai′, en griego] ¿no están todas entre nosotros?’” (Con este texto como base, ¿concluiría usted que Jesús fue el único hijo de María, o, más bien, que ella tuvo otros hijos e hijas?)
La New Catholic Encyclopedia (1967, tomo IX, pág. 337) admite respecto a las palabras griegas a·del·phoi′ y a·del·phai′, que se usan en Mateo 13:55, 56, que “tienen el significado de hermano y hermana en sentido pleno en el mundo de habla griega del tiempo del Evangelista y naturalmente serían tomadas en este sentido por su lector griego. Hacia fines del siglo IV (c. 380) Helvidio, en una obra que se ha perdido, recalcó este hecho a fin de atribuir a María otros hijos además de Jesús y hacer de ella un modelo para las madres de familias grandes. San Jerónimo, motivado por la fe tradicional de la iglesia en la virginidad perpetua de María, escribió un tratado en contra de Helvidio (383 A.C.) en el que desarrolló una explicación [...] que aún está en boga entre los eruditos católicos”.
Mar. 3:31-35, BJ: “Llegan su madre y sus hermanos, y quedándose fuera, le envían a llamar. Estaba mucha gente sentada a su alrededor. Le dicen: ‘¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan.’ Él les responde: ‘¿Quién es mi madre y mis hermanos?’ Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: ‘Éstos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.’” (Aquí se hace una clara distinción entre los hermanos carnales de Jesús y sus hermanos espirituales, sus discípulos. Nadie arguye que la referencia que se hace a la madre de Jesús signifique algo diferente de lo que dice. ¿Es consecuente, pues, razonar que sus hermanos carnales no eran hermanos carnales, sino quizás primos? Para referirse a parientes más bien que a hermanos, se usa otra palabra griega [syg·ge·non′], como en Lucas 21:16.)
¿Qué origen histórico tiene el culto especial a María?
El sacerdote católico Andrew Greeley dice: “María es uno de los símbolos religiosos más poderosos de la historia del mundo occidental. [...] El símbolo de María vincula al cristianismo directamente con las religiones antiguas de las diosas madres”. (The Making of the Popes 1978 [La formación de los papas, 1978], E.U.A., 1979, pág. 227.)
Es interesante notar dónde se confirmó la enseñanza de que María fuera la madre de Dios. “El Concilio de Éfeso se reunió en la basílica de la Theotokos en 431. Allí, más que en cualquier otro sitio, en una ciudad tan famosa por su devoción a Artemisa, o Diana, como los romanos la llamaban, donde, según se dice, su imagen había caído del cielo, bajo la sombra del gran templo dedicado a la Magna Mater desde 330 a. de J.C., y que contuvo, según la tradición, una residencia temporera de María, era casi imposible que no se sostuviera el título de ‘La que dio a luz a Dios.’” (The Cult of the Mother-Goddess [El culto de la Diosa-Madre], Nueva York, 1959, E. O. James, pág. 207.)
respecto a esto:"que Dios se hizo Hombre":
¿Enseña la Biblia que sea Dios cada uno de los que —según se afirma— es parte de la Trinidad?
Jesús dijo en oración: “Padre, [...] ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:1-3, VV [1977]; bastardillas nuestras). (La mayor parte de los traductores usan aquí la expresión “único Dios verdadero” con referencia al Padre. Str dice: “Solo Dios verdadero”. Nadie puede ser “el único Dios verdadero”, el “solo Dios verdadero”, si hay otros dos que sean Dios al mismo grado que él, ¿verdad? Cualesquier otros seres a quienes se llame “dioses” tienen que ser: o falsos, o simplemente un reflejo del Dios verdadero.)
1 Cor. 8:5, 6, VV (1977): “Aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un solo Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.” (Aquí se presenta al Padre como el “un Dios” de los cristianos y en una clase que lo distingue de Jesucristo.)
1 Ped. 1:3, VV (1977): “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.” (Varias veces, aun después del ascenso de Jesús al cielo, las Escrituras se refieren al Padre como “el Dios” de Jesucristo. En Juan 20:17, después de la resurrección de Jesús, él mismo se refirió al Padre como “mi Dios”. Luego, cuando estuvo en el cielo, conforme se registra en Revelación 3:12, él nuevamente usó la misma expresión. Pero no se dice nunca en la Biblia que el Padre se haya referido al Hijo como “mi Dios”; y ni el Padre ni el Hijo se refieren al espíritu santo como “mi Dios”.)
En Theological Investigations (Investigaciones teológicas) Karl Rahner, S.J., admite: “Θεός [Dios] aún no se usa nunca para el Espíritu”, y: “ὁ θεός [literalmente: el Dios] nunca se usa en el Nuevo Testamento para hablar acerca del πνεῦμα ἅγιον [espíritu santo]” (Baltimore, Md.; 1961, traducido del alemán, tomo I, págs. 138, 143).
¿Enseña la Biblia que ninguno de los que —según se dice— están incluidos en la Trinidad sea mayor o menor que el otro, que todos sean iguales, que todos sean todopoderosos?
Mar. 13:32, VV (1977): “De aquel día o de aquella hora, nadie sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.” (Claro, no sería así si el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo fueran coiguales y constituyeran una sola Divinidad. Además, si —conforme sugieren algunos— la naturaleza humana del Hijo le impedía tener conocimiento al respecto, todavía se tiene que preguntar: ¿Por qué no lo sabía el Espíritu Santo?)
Mat. 20:20-23, VV (1977): “La madre de los hijos de Zebedeo [...] le dijo [a Jesús]: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. Entonces Jesús, respondiendo, dijo: [...] A la verdad, mi copa beberéis [...] pero el sentarse a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.” (¡Qué extraño es esto si —conforme afirman algunos— Jesús es Dios! ¿Estuvo Jesús contestando aquí simplemente conforme a su “naturaleza humana”? Si, como dicen los trinitarios, Jesús era verdaderamente “Hombre-Dios” —tanto Dios como hombre, no una sola cosa o la otra— ¿realmente sería consecuente recurrir a dicha explicación? ¿No muestra más bien Mateo 20:23 que el Hijo no es igual al Padre, que el Padre ha reservado ciertos privilegios para sí mismo?)
Mat. 12:31, 32, VV (1977): “Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que diga alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que la diga contra el Espíritu Santo, no le será perdonado ni en esta época ni en la venidera.” (Si el Espíritu Santo fuera una persona y fuera Dios, este texto sería una contradicción rotunda de la doctrina de la Trinidad, porque significaría que de algún modo el Espíritu Santo sería mayor que el Hijo. Más bien, lo que Jesús dijo muestra que el Padre, a quien pertenecía el “Espíritu”, es mayor que Jesús, el Hijo del hombre.)
Juan 14:28, VV (1977): “[Jesús dijo:] Si me amarais, os alegraríais, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre es mayor que yo.”
1 Cor. 11:3, VV (1977): “Quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.” (Es patente, pues, que Cristo no es Dios, y que Dios es de rango superior al de Cristo. Debe notarse que esto se escribió alrededor de 55 E.C., unos 22 años después que Jesús había regresado al cielo. Por eso la verdad que se declara aquí aplica a la relación entre Dios y Cristo en el cielo.)
1 Cor. 15:27, 28, VV (1977): “Todas las cosas las sometió [Dios] debajo de sus pies [los de Jesús]. Y cuando dice que todas las cosas han sido sometidas a él, claramente se exceptúa aquel que sometió a él todas las cosas. Y cuando todas las cosas le estén sometidas, entonces también el Hijo mismo se someterá al que le sometió a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.”
Tanto la palabra hebrea Shad·dai′ como la palabra griega Pan·to·kra′tor se traducen “Todopoderoso”. Ambas palabras de los lenguajes bíblicos originales se aplican en muchas ocasiones a Jehová, el Padre (Éxo. 6:3; Rev. 19:6). Jamás se aplica ninguna de estas expresiones al Hijo ni al espíritu santo.
¿Qué origen tiene la doctrina de la Trinidad?
The New Encyclopædia Britannica dice: “Ni la palabra Trinidad, ni la doctrina explícita como tal, aparecen en el Nuevo Testamento; tampoco se propusieron Jesús y sus seguidores contradecir el Shema del Viejo Testamento: ‘Oye, oh Israel: El Señor nuestro Dios es un Señor’ (Deu. 6:4). [...] La doctrina se desarrolló gradualmente en el transcurso de varios siglos y en medio de muchas controversias. [...] Pero a fines del siglo IV [...] la doctrina de la Trinidad adquirió básicamente la forma que ha mantenido desde entonces” (1976, Micropædia, tomo X, pág. 126).
La New Catholic Encyclopedia declara: “La formulación ‘un solo Dios en tres Personas’ no quedó firmemente establecida, y ciertamente no se asimiló por completo en la vida cristiana ni en su confesión de fe, antes del fin del siglo IV. Pero es precisamente esta formulación la que originalmente reclama el título de el dogma trinitario. Entre los Padres Apostólicos, no había existido nada que siquiera remotamente se acercara a tal mentalidad o perspectiva” (1967, tomo XIV, pág. 299).
En The Encyclopedia Americana leemos: “El cristianismo se derivó del judaísmo y el judaísmo era estrictamente unitario [creía que Dios era una sola persona]. El camino que llevó de Jerusalén a Nicea difícilmente fue recto. El trinitarismo del siglo IV no reflejó con exactitud la enseñanza del cristianismo primitivo respecto a la naturaleza de Dios; manifestó, al contrario, un desvío de esta enseñanza” (1956, tomo XXVII, pág. 294L).
De acuerdo con el Nouveau Dictionnaire Universel: “La trinidad de Platón, en sí meramente un rearreglo de trinidades más antiguas que se remontan hasta pueblos más primitivos, parece ser la trinidad racional de atributos de índole filosófica que dio origen a las tres hipóstasis o personas divinas respecto de las cuales enseñan las iglesias cristianas. [...] El concepto que tuvo este filósofo griego [Platón, del siglo IV a. de la E.C.] de la divina trinidad [...] puede encontrarse en todas las religiones antiguas [del paganismo]” (París, 1865-1870, edición dirigida por M. Lachâtre, tomo 2, pág. 1467).
En su diccionario bíblico en inglés, Dictionary of the Bible, John L. McKenzie, S.J., dice: “La trinidad de personas dentro de la unidad de naturaleza se define en términos de ‘personas’ y ‘naturaleza’, los cuales son términos filosóficos g[rie]gos; en realidad estos términos no aparecen en la Biblia. Las definiciones trinitarias surgieron como resultado de largas controversias en las cuales ciertos teólogos aplicaron erróneamente a Dios estos términos y otros, tales como ‘esencia’ y ‘sustancia’” (Nueva York, 1965, pág. 899).
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