El "cocido madrileño", suave ravioli de zanahoria relleno de carne, bañado en caldo con aroma a garbanzo. He echado en falta "los sacramentos", pero no cabe duda que ha sido una idea original que ha hecho que esbocemos una sonrisa maliciosa, jejeje...
Empezamos con los segundos platos: Para Karl el solomillo, como no podía ser de otra forma, con sus setitas y no recuerdo qué más...
Esta vez he sido yo la que me he olvidado del Pez Mantequilla. Es que no se puede estar en todo :-(
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.