Re: Me voy a Lisboa
Aaron de apellido, supongo, porque la lista en mi cole iba por apellidos. De todas formas, a pesar de mi apellido, me ponían siempre cerca de la profesora, más que nada, para tenerme controlada, jajaaa, que en clase siempre fui un torbellino.
De lencería fina sigo sin saber nada, que con el precio que tiene, mejor ni mirar, jajajaa, en el cole los pupitres-mesa de la señorita estaban cerrados a cal y canto y las niñas, aplastante mayoría de heteros, no nos habría interesado mirar tampoco. Los únicos hombres que por allí paseaban eran sacerdotes, así que nada.
Lo más "masculino mirable" que teníamos en aquel colegio eran los conductores de los autobuses -demasiado mayores- que nos llevaban y traían todos los días, que apenas nos dirigían la palabra y los chavales del colegio de los Agustinos -demasiado salidos- que hacían novillos para venir a vernos, ;-)
¡Mujeres!
Un abrazo
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.