Para mí también es un privilegio poder vivir en el campo y me siento afortunada por ello. Era uno de los sueños de mi vida y, mira, lo conseguí ya va a hacer siete años y de una manera totalmente casual (¿o mejor "causal"?, ¡¡las "estrellitas" me guiaron jejejeje!!)
Levantarte por la mañana y ver este paisaje aún sin nevar, es una delicia porque, aunque en la foto no se ve porque está cubierta de niebla-nubes, en el angulo superior izquierdo están las montañas que solo con verlas, dan una fuerza increíble. Y luego en otoño, con toda la variedad de colores es una preciosidad.....
Y eso que soy nacida y vivida en Madrid, pero "soy más de campo que las amapolas". Así que aquí estoy más feliz que una perdiz.
Además el ritmo de vida y las relaciones interpersonales son totalmente diferentes en los pueblos. También tiene sus inconvenientes, claro está, pero a mi hasta ahora me compensan muchisimo más las ventajas.
Besines