Que la Iglesia se metiera en el matrimonio civil, sea hetero u homo, sería entre otras cosas, absurdo. La Iglesia no puede dar órdenes a alguien que no pertenezca a ella.
Tengo estos conceptos claros no solo por haber estudiado Teología, sino porque he tenido el tema matrimonio civil vs. eclesiástico en casa y me tuve que informar para casarme dentro de la Iglesia Católica con alguien que no pertenecía a la misma, ni pertenece... A él la I. C. no le exige NADA. Ni que se confiese, ni que comulgue, ni que crea, NADA. Ni tan siquiera vivió en pecado, cuando vivimos juntos antes de casarnos civilmente, que por cierto la Iglesia no dijo ni mu, al respecto. Sin embargo, cuando pretendimos posteriormente recibir el sacramento del matrimonio, el matrimonio eclesiástico, logicamente, yo, como cristiana católica, tuve que confesarme. Él tuvo que jurar que si venían hijos, tendría que aceptar el educarlos en la fé de su madre, la católica, algo que aceptó de buen grado.
Obviamente no es un tema para tratar aquí, pero sí me siento en la obligación personal de afirmar que no opino igual al respecto.
Para nada considero que la Iglesia hable a quienes libremente decidan estar fuera de ella por no seguir sus preceptos... Es más, ni tan siquiera los condena. Si estuvieran en pecado, los condenaría al "fuego eterno", ¿no?
Citando al Concilio Vaticano II: "quien se salve, dentro o fuera de la Iglesia, se salva por la gracia de Cristo..."
Y "si buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida, con la ayuda de la gracia, hacer la voluntad de Dios, conocida a través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación eterna (Vat.II, LG 16)”. (Catecismo de la Iglesia Católica #847)".
"“Para aquéllos que no son formal y visiblemente miembros de la Iglesia, ‘la salvación de Cristo es accesible en virtud de la gracia, que, aun teniendo una misteriosa relación con la Iglesia, no les introduce formalmente en ella, sino que los ilumina de manera adecuada en su situación interior y ambiental. Esta gracia proviene de Cristo; es fruto de su sacrifico y es comunicada por el Espíritu Santo’ (RM # 10).” "
Y sigue diciendo: "El Espíritu Santo, que es el Espíritu de Cristo enviado por el Padre, actúa en modo salvífico tanto en los cristianos como en los no-cristianos y lo hace de manera misteriosa. Pero sabemos que todo aquél que se salva, se salva por los méritos y por la gracia de Cristo, no por sus propios medios, ya que la voluntad de Dios de que todos los hombres se salven, se nos ofrece y de hecho se cumple, por la encarnación de Dios en la persona de Jesucristo y por los méritos de su pasión, muerte y resurrección."
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“Sobre el modo en que la gracia salvífica de Dios llega a los individuos no cristianos, el Concilio Vaticano II se limitó a afirmar que Dios la dona ‘por caminos que El Sabe’ (Vat. II, Ad gentes #7)”. La teología está tratando de profundizar este argumento."
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De todo ello, deduzco que aquella persona que no quiera pertenecer a la Iglesia Católica, ya que no quiere seguir uno o más de sus preceptos como es el caso de la aceptación del Sacramento del Matrimonio, tal y como lo describe el Catecismo de la iglesia Católica, no está obligado de ninguna manera a pertenecer, ergo, ni a cumplir sus preceptos, así que la Iglesia no se mete con el matrimonio "civil", -que hagan lo que dictamine su conciencia- sino con el Sacramento en sí, negando la bendición a la unión homosexual y califica de pecador a aquél católico que desobedece sus preceptos.
Concluyo, recuerdo el concepto de que el sacerdote no casa a nadie, los esposos se casan solitos. El sacerdote se limita a bendecir en nombre de Dios la unión entre un hombre y una mujer, y es lo que se llama sacramento del matrimonio. (Obviamente no civil, sino eclesiástico).
Un saludo cordial
P.D.: Y disculpad si no sigo con el tema. Ya os dije hace mucho que no quiero hablar de religión en abierto.
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.