Hay que distinguir dos casos: elegir un eletrodoméstico u otro, o bien cambiar por uno más eficiente uno que funciona. En el primer caso, habrá que ver cuánto tardo en amortizar la diferencia de coste entre ambos, y en el segundo, cuanto tardo en amortizar el coste total del eletrodoméstico nuevo.
Yo hice cuentas en su día (para el primer caso) y, aun poniendo una subida anual de la luz superior a la inflación (aunque visto lo visto, quizá me quedé corto), tardaría muchos años en amortizar la diferencia (no recuerdo exactamente, pero creo que era en torno a unos 20 años, aprox.). Para un uso normal (si pones 8 lavadoras al día lógicamente los cálculos son otros).
A día de hoy habría que volver a hacer las cuentas con los modelos concretos y el uso que se les va a dar, e incluir esa subvención, pero no porque algo gaste menos compensa cambiar. Es como con las bombillas de bajo consumo: si voy a cambiar una incandescente que tengo en el trastero y enciendo un minuto a la semana, tardaré un millón de años en amortizar el cambio...
Y en el segundo caso no compensa no solo económicamente, sino tampoco medioambientalmente; hay estudios sobre ello (incluyendo el ciclo de vida total).
¡Bah! carnero, oveja. A tu raza, a tu vellón y a tu clan sé leal.