El gran dilema del ahorrador conservador
http://www.lasprovincias.es/valencia/20091018/euros/gran-dilema-ahorrador-conservador-20091018.html
Octubre se ha convertido para muchos inversores en el mes de la reflexión. La bajada de los tipos de interés oficiales y del euríbor (que se situaba el año pasado en máximos, en el 5,39% y ahora ronda el 1,26%) ha desembocado en una operación de 'lifting' en los depósitos bancarios. Del 6% que ofrecían algunos hace un año han pasado a rentar apenas un 2,2%. Con esta coyuntura, numerosos ahorradores que no quieren correr ningún riesgo con su dinero se preguntan: ¿cuál es ahora la alternativa al depósito?, ¿Letras del Tesoro, bonos privados o, incluso, participaciones preferentes? Para no errar en la elección, conviene que cada inversor realice su propio 'ranking' de prioridades y evalúe a qué da más importancia: ¿a la rentabilidad, la seguridad, la liquidez...?
Cuentas a la vista y repos. Son los dos activos de bajo riesgo más líquidos que ofrecen los bancos. Las cuentas a la vista permiten disponer del dinero en cualquier momento. Los repos son activos de renta fija emitidos a plazos muy cortos, de entre 15 días y 3 meses. Ambos son instrumentos seguros. No obstante, su rentabilidad es muy limitada. Según datos del Banco de España, las cuentas a la vista ofrecen un interés medio del 0,42% y los repos, un 0,35%. Sólo son apropiados para invertir pequeñas cantidades de dinero.
Deuda pública. Las rentabilidades de los activos de más corto plazo emitidos por el Tesoro Público (que cuentan con la garantía del Estado y dan la máxima seguridad) no son tampoco competitivas. Las Letras del Tesoro, a tres, seis y doce meses, se han emitido en las últimas subastas al 0,4%, 0,6% y 0,7%. A más largo plazo, los intereses son más altos, pero el riesgo de iliquidez que se asume también lo es. Los bonos a cinco y diez años se colocaron en la última y reciente subasta (del pasado 15 de octubre) al 2,8 y al 3,8%, respectivamente. David Navarro, gestor de Inversis, considera que la deuda pública no es la mejor opción para el ahorro más conservador. «Tampoco lo son los fondos monetarios, cuyas rentabilidades son también mínimas», añade.
Depósitos. Según datos del Banco de España, los depósitos a plazo de hasta un año ofrecían a cierre de agosto una rentabilidad media del 2,28%. A más de dos años, el interés ascendía al 2,54%. Teniendo en cuenta que los precios han caído un 1% en tasa interanual (a cierre de septiembre), las ganancias reales que aportan estos productos son interesantes. Además, otra ventaja frente a los activos de renta fija es que, si el inversor decide liquidarlos antes de tiempo, en ningún momento afrontará pérdidas (el capital en un depósito puro siempre está asegurado). «El Banco de España prohíbe que las comisiones de cancelación sean mayores que los intereses pactados», afirma Benedek Vasy, responsable de pasivo de Barclays. Juan Arce, director de banca personal para España de Banco Finantia Sofinloc, asegura que «el depósito puro es la mejor alternativa con la que se puede conseguir más rentabilidad sin asumir riesgo».
Cédulas hipotecarias. Son valores de renta fija de bajo riesgo emitidos por entidades de crédito y respaldados de modo global por su cartera de préstamos hipotecarios. Cristina Martínez Juste, gestora de inversiones de Ibercaja Gestión, afirma que «con los pagos que realizan los titulares de las hipotecas se hace frente al abono de los intereses y el principal de las células hipotecarias». Pero, además, el producto ofrece una segunda garantía, la de su emisor. En caso de elevados impagos de la cartera hipotecaria que respalda la cédula, la entidad debe responder con su patrimonio. Según datos de AIAF, su rentabilidad media ronda el 3%. Martínez Juste asegura que son un activo interesante, con un riesgo inferior al de los bonos privados. Su principal riesgo es la iliquidez: si se desea recuperar el dinero antes de tiempo, hay que acudir a vender los títulos al mercado secundario, lo que puede implicar perder dinero.
Bonos y obligaciones. Los bonos, tradicionales o convertibles en acciones, y obligaciones emitidos por bancos o empresas de cualquier otro segmento de actividad, son valores a medio y largo plazo. Su rentabilidad se sitúa en torno al 4-5%, por lo que pueden resultar apetecibles. No obstante, son activos con cierto riesgo ya que sólo garantizan el capital y el interés si se mantienen a vencimiento (entre los 3 y los 10 años). Si el ahorrador necesita el dinero antes de tiempo y decide vender tendrá que aceptar el precio al que coticen en el mercado secundario. Juan Arce afirma que de los activos de renta fija que emiten los bancos (repos, cédulas, bonos, preferentes...) prefieren las emisiones con cupón fijo y vencimiento de no más de cinco años.