Parecido me ocurrió a mi en otra entidad: tanto tiempo usando las cuentas desde el ordenador que puede pasar mucho sin ir a una oficina física. La última vez que estuve, comprobé con desagrado que antes en las oficinas había cajeros/as, personas que atendían a la gente en sus gestiones; ahora hay una persona para ese fin y el resto son vendedores, de los que tu descripción no podía ser más acertada, dando además una tremenda sensación de comisionistas, algo que antes no ocurría, al menos en las cajas. No es tan molesto por poder seguir operando vía web, pero sí que es sorprendente, entristecedor y desde luego sintomático de cómo está la situación y cómo van cayendo las caretas. En ese sentido es preferible, aunque lamentable.