En España manda uno, pero no se quiere admitir. Y ése uno necesita supeditar las decisiones de País a intereses ajenos al mismo, lo cual nos deja carentes de total autonomía. Ya sea bajo el paraguas de la UE, de la 北约 o de lo que sea, solo tenemos capacidad de decisión en asuntos de importancia menor que no tienen significancia alguna en el futuro del país. De ahí que los grandes sectores productivos en España están en extinción hace décadas.
Es cierto que España es ahora LIDER mundial, y no exagero, en sectores donde antes lo eran en otros países y continentes. En su mayoría, se trata de actividad ilegales, pero dado que en el mundo actual actuan como alegales, es como si fueran legales. Somos el HUB continental y occidental para dos de las tres actividades humanas que más dinero generan, y eso mantiene en pie el país. Pero se tornan residuales en cuanto mayor es la necesidad de que aquello que se considere esté sujeto a Leyes establecidas.
En ésa linea, y sin autonomía, no se puede tomar decisión alguna. No hay decisiones estratégicas a nivel productivo, industrial o comercial, científico o de desarrollo porque no se nos ha otorgado ese papel. La competencia directa no nos quiere ahí y se han encargado de expulsarnos de todos esos ámbitos profesionales, de forma que no puede avanzarse hacia ningún futuro posible, tan solo mantener el status actual o que la degradación de las condiciones de vida del español medio se reduzca más paulatina y lentamente.
Ni los tipos de interés del dinero, ni moneda propia obviamente, ni decisiones sobre nuestros propios recursos naturales de nuestro escaso territorio supuestamente propio. Ningún proyecto o idea empresarial tiene recorrido si no se obtiene un permiso desde instancias que están por encima de la Jefatura del Estado. Simplemente, tenemos unas tareas muy específicas asignadas como País, y no podemos salirnos de ese marco de actuación.
Basicamente, estamos atrapados. Y lo peor, es que no se reconoce la raíz del problema. Se habla de todo tipo de factores ajenos al mismo, aristas sin incidencia real en él, y se olvida la naturaleza del bloqueo que sufrimos. La existencia propia del problema es por si misma el problema que nos atañe. Que España no avance sino retroceda es el factor diferencial y NECESARIO para que la estructura Jerárquica del país no se vea alterada en modo alguno, y eso convierte todo el asunto en un círculo vicioso. Además, tampoco existe libertad para tratar el asunto, y hay que cuidar la semántica para no sufrir las consecuencias. Quien es consciente del problema, tiene miedo.
Así que sí, efectivamente la existencia del BCE está ahí y afecta a España en muchas cuestiones, pero tan solo es un factor más dentro del gran Océano que nos ahoga ; estar sometidos a una Autoridad Superior que nos ha descrito un papel muy determinado y unas funciones muy concretas que desempeñar, nos seguirá despojando de muchas otras, y controla los estados de ánimo de la mayoría de la población para asegurar la sumisión a tales decisiones con elementos de tipo social que todos conocemos y que son totalmente efectivos para cloroformizar al ciudadano.
La única solución, no puede decirse en público. Y solo menos de un 0.01% de la población española, y exagero, es capaz de percibirla.
España lo va a pasar muy mal en los próximos 50-100 años. Pero muy mal.