La cesión de la gestión de Paradores no va a ser tan fácil como parece. La empresa tiene serios problemas de tesorería que podrían dificultar su privatización, ante las dificultades para hacer frente a los pagos pendientes. Grant Thornton, la firma que ha auditado sus cuentas, advierte que existe un fondo de maniobra negativo por importe de 80,2 millones, es decir, que los activos realizables a corto plazo no son suficientes para cubrir los compromisos financieros inmediatos.
Es la consecuencia de unas pérdidas entre los años 2009 y 2010 de 41,63 millones de euros, un periodo en el que los ingresos se han reducido un 7,4 por ciento, hasta 235,9 millones, y en el que la deuda con la banca ha aumentado un 81 por ciento, hasta los 92,3 millones.
Paradores reconoce que tiene problemas de tesorería, pero insiste en que hay una explicación. "Se ha sufrido un paulatino descenso de las ventas desde el ejercicio 2007, que ha resentido los márgenes", aseguran desde el departamento de Control de Gestión.
Eso, unido, a las inversiones realizadas en los establecimientos, al hecho de que ha habido que hacer mayores amortizaciones como consecuencia de la entrada de nuevos activos, y a que entre 2003 y 2009 se quintuplicó prácticamente el canon que el grupo paga al Estado por el alquiler de los mismos, explicaría, según dicen, los problemas de liquidez.
Datos cuestionables
Pero no todo parece tan claro. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que entre 2009 y 2010 las inversiones apenas alcanzaron los 50 millones, mientras que en los dos años precedentes, con el grupo en beneficios, se invirtió casi el triple: 143 millones. Y además, aunque es cierto que el canon que se paga ha subido mucho hasta 2009, en los dos últimos ejercicios Paradores no ha tenido que abonar la parte variable y la tasa por el alquiler de los edificios se redujo ya en 2010 a casi la mitad que un año antes, hasta sólo 9 millones.
Al margen de las razones que explicarían los problemas, el hecho es que la empresa era rentable hasta hace sólo tres años, pero que la situación cambió radicalmente tras la llegada a la presidencia de Miguel Martínez, una persona completamente ajena al sector turístico, alcalde entonces de un pequeño municipio de León, San Andrés del Rabanedo.
Martínez tomó las riendas de la empresa con unos beneficios de 18,14 millones en 2007 y la hundió en números rojos en sólo un año. Es verdad que coincidió con la crisis, pero según aseguran en el sector turístico, "si no fuera una empresa pública, es muy probable que estuviera ya en concurso de acreedores".
Inversiones
Y lo peor es que los problemas se pueden agravar aún más, porque, según ha reconocido incluso el Gobierno, a pesar de las últimas inversiones, es necesario acometer nuevas obras de rehabilitación en unas infraestructuras que están "desfasadas y obsoletas", tras haberse gastado Paradores sólo en 2010 un total de 25 millones de euros en reformas y redecoraciones. La situación ahora es tan delicada que hasta el ministro de Industria y Turismo, José Manuel Soria, ha advertido, a falta de que se hagan públicas las cuentas de 2011, que la situación de tesorería de Paradores es "preocupante".
Y lo peor es que además de alertar sobre sus problemas de pago, el auditor ha advertido también que la situación podría complicarse aún más debido a que la empresa se ha apuntado en el activo más de 21 millones de euros por deducciones y bonificaciones fiscales pendientes de aplicar, sobre los que en su opinión "existe una incertidumbre". Es decir, que podrían quedar en el aire y agravar así la situación financiera. Frente a la situación actual, el ministro Soria recordó ante la comisión de Industria de la Cámara Baja que en 2004, año en el que el PP dejó el Gobierno, Paradores tenía una tesorería de 24 millones de euros.
En caída libre
Tras la marcha de los populares, Antoni Costa fue nombrado presidente de la empresa pública hasta que en 2008 Zapatero puso al frente de la misma a Martínez, un íntimo amigo, que le sustituyó también como secretario general de la Ejecutiva Provincial del PSOE en León. Cuando llegó a la presidencia, a mediados de 2008, el político leonés se encontró una compañía que había cerrado 2007 con un beneficio de 18,24 millones y unos ingresos de 274,19 millones de euros. A falta de que se conozcan las cifras del año pasado, en 2010 perdió 17,2 millones y facturó sólo 235,9 millones. Y eso que hace un par de años dijo que la situación estaba mejorando y que era "una señal más de que estamos viendo la luz al final del túnel".
Martínez, cuya estrecha relación con el expresidente del Gobierno le convirtió en unos de los baluartes para iniciar la conquista de León, dejará así la presidencia de Paradores esta semana en manos de Angeles Alarcó en una situación muy delicada.
http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/3733340/02/12/Paradores-tiene-un-agujero-contable-de-80-millones-que-dificulta-su-venta.html