Felicidades Empty; has puesto la coherencia al titular catastrofista con datos objetivos.
Evidentemente los medios de comunicación "progresistas" atacan los datos que les conviene de un gobierno ultraliberal y los periódicos "ultraliberales" se abalanzan sobre las estadísticas que les convienen contra los gobiernos de izquierdas.
Sabeis perfectamente lo que defiendo en lo referente a la sanidad, pero las estadísticas hay que manejarlas con mucho cuidadito, porque se convierten en armas arrojadizas en plan boomerang, dependiendo de por donde las cojamos, partiendo de que ya han sido previamente "cocinadas" por aquellos quienes las han elaborado.
La educación sanitaria de los españoles (mas bien "la educación" y punto) es prácficamente nula; se acude a los servicios de urgencias por fractura grave de pestaña desde hace quince meses, sin ir previamente al centro de salud (porque para eso lo pago de mis impuestos).
Aquí hay culpa para todos, no solo para ciudadanos incívicos, políticos y empresarios buitre; los profesionales también deben (bueno, debemos, que me incluyo aunque no sea empleado público) asumir su parte de culpa, pues la dejadez y falta de profesionalidad es un mal que afecta a una parte de ellos (porque para eso he estudiado una oposición y de aquí no me mueve ni mi padre).
Después de situar un poquito el tema, está claro que los recortes SÍ afectan de forma radicalmente negativa a la calidad de la asistencia sanitaria: materiales escasos y de una calidad digna de "los chinos", mantenimiento de infraestructuras y equipos penoso, reducción de personal (de forma directa y por una tasa de reposición muy baja), aumento exponencial de las cargas de trabajo de los profesionales, motivación "cero" de éstos desde las direcciones asistenciales...
pero tranquilos, que la sanidad seguirá siendo ¿de calidad, universal y gratuíta?.
Saludos enojados.