El mayor problema de todo esto en realidad no es recurrir al fondo ni pagar las pensiones o las extras del fondo. Para eso fue creado.
Ni que se salten por las buenas, de nuevo, cualquier ley, pacto, acuerdo o norma al respecto del uso del fondo política o legislativa.
El problema es que el fondo no existe, no tiene un duro, lo dejaron vacio hace mucho.
Todo es deuda, y títulos de deuda.
Y encima para tapar agujeros y maquillar desastres y presupuestos, cambiaron las inversiones y liquidaron casi todo para convertirlo en deuda española, vendiendo incluso los activos y deuda más fiables de otros países.
Algo del todo suicida y nefasto desde cualquier punto de vista financiero y de una inversión. Más aún, como se ha dicho y repetido, cuando ese fondo debería de tener, igual que las cuentas de la seguridad social, un tratamientok gestión y contabilidad totalmente distinta, separada y bien saneada del resto de cuentas del estado.
El problema y consecuencia adicional viene ahora. Al sacar deuda, tenemos que colocar la deuda, con lo cual nosotros mismos presionamos al mercado, a la prima, al esfuerzo de colocación y a los tipos de interés.
Resultado final: aumentamos aún más la deuda, pagamos aún más por ella, y más intereses y más recursos del estado, a repartir entre todos pagando más y en servicios y prestaciones (que siguen siendo dinero de todos, no de los políticos) a reducir.
Esto tiene un fin y un máximo. Son puras matemáricas y lógica. Y acelerando el tema, pues se acelera la proximidad de esa ruptura de techo y máximo.
Aunque usemos y liquidemos todo el fondo, además de decir "no queda dinero para pensiones", o para extras (otra mentira, no existe la "paga extra" como tal, siempre cobras lo mismo, sólo decides en cuantas veces), nos quedaremos con una burrada y paquetón de deuda más colocada a devolver, más los intereses.