Yo entiendo tu punto. Pero como dije, si espían a la gente y le invaden su privacidad sobre la excusa de seguridad nacional, en realidad están acostumbrando a la gente a que no tener privacidad es lo normal, y así, a futuro lo que veremos es que las invasiones a la privacidad de personalidades importantes no sólo no se verá como bueno, sino que más bien puede volverse tan rentable que la gente disfrutará eso como se disfruta el circo.
Ley o no ley. Al final la ley que no se aplica, es palabra vacía. Y cuando los valores de un colectivo no calzan con los valores del burócrata que estableció la ley, la ley termina siendo palabra muerta, porque nadie la aplica.
De esta manera, una figura pública no sólo es pública porque su trabajo es público, y además porque los chismes de la realeza alimentan la industria de la prensa, el circo, sino porque al aceptar como pública tu privacidad invadida, no vas a entender cómo es que otro quiere su privacidad, porque tu siendo individuo privado sin cargo público no tienes privacidad, entonces el alto funcionario publico tampoco debería tenerla. Cabe notar que esta no es mi idea de la privacidad, sino que estoy describiendo el fenómeno social que veo venir.