Tanto la Iglesia como las ONGs sí generan beneficios, beneficios muy concretos y cuantificables en dinero. Si la Iglesia no cargara con gran parte de la beneficencia que se hace en España, tendría que sustituirle el Estado con un coste muchas veces superior. Piensa que es más barato que haga las sopas para los pobres una monjita o un voluntario que un funcionario con sus trienios, sus vacaciones pagadas, etcétera... Así que por cada euro que va a la Iglesia, el Estado se ahorra unos cuantos.
Lo mismo para las ONGs.
En cuanto a lo que cobran por sus servicios, yo nunca he oído de nadie a quien le denegaran un sacramento por no poder pagarlo.
El cine español también produce beneficios, claro, para los que están en el ajo. Es difícil que a uno no le hierva la sangre cuando cada año se reúnen en los Goya con sus modelitos de diseño, a comer canapés, beber champán y decirse lo guapos y maravillosos que son, y lo tonto que es el público español por no querer ver sus películas. Es cierto que somos tontos, porque verlas no las vemos, pero pagarlas vaya que si las pagamos...
Saludos