Buenas, Empecinado.
Buen artículo sobre el tema en fundsociety por parte de la gestora de fondos Aberdeen AM:
"Davos: ¿La 4ª Revolución Industrial tiene corazón?"
Esta semana está teniendo lugar en Davos la principal reunión anual de líderes del mundo económico y financiero y uno de los temas que se abordará a lo largo de sus sesiones es el Cuarta Revolución Industrial. Las tres revoluciones industriales anteriores tuvieron lugar a finales del siglo XVII, la máquina de vapor, el agua, y el equipamiento de producción industrial; más tarde, en 1870, llegó la división del trabajo, la electricidad y la producción en masa; y en 1960 la electrónica, las tecnologías de la información y la producción automatizada.
La Cuarta Revolución Industrial, a menudo llamada Industria 4.0, corresponde a una expresión acuñada en Alemania para describir la próxima era en la que la tecnología permitirá a los seres humanos crear objetos sofisticados que nos posibilitarán hacer más actividades o hacerlas de forma más eficiente.
De la misma forma que mecanizar la producción de tejidos permitió a las personas producir más que simplemente tejiendo a mano, esta revolución tendrá un efecto similar y el cambio que producirá ya está teniendo lugar. La vida cotidiana de los consumidores se ha visto revolucionada con la aparición de los teléfonos inteligentes gracias a los cuales llevamos en el bolsillo mucha más información de la que pudiéramos necesitar. Al mismo tiempo, la industria automovilística está viviendo una auténtica carrera para crear vehículos conectados a Internet que sean más autónomos y que puedan aprender lo que esperamos de ellos.
Esto forma parte de lo que se ha definido como “Internet de las cosas”, en el que los objetos están conectados a internet con el objetivo de incrementar la funcionalidad y prestaciones para las que fueron creados. Esto tendrá un claro impacto en las compañías y en la industria en general. Transformará los métodos de producción haciendo que cada paso sea mucho más eficiente y que cada producto esté más adaptado a las necesidades de su consumidor final. Las fábricas siempre tienen momentos en los que sus máquinas no pueden funcionar porque alguna de sus partes necesita un recambio. Imagínense que las máquinas pudieran comunicar que esto va a suceder, reducir el suministro de energía de la fábrica para permitirlo y hacer el pedido de las nuevas piezas necesarias.
Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, ha identificado tres factores que indican que esta nueva revolución será diferente a las anteriores: velocidad, impacto en numerosas áreas e innovación de sistemas enteros.
Asimismo, este cambio dará lugar a grandes oportunidades para gestores de fondos e inversores. En este sentido, el desafío pasará por identificar empresas sólidas que puedan mantener su dinamismo y que cuenten con capacidad de innovación a largo plazo. También supondrá un cambio a nivel industrial. La nueva tecnología nos da acceso a muchísimos más datos, nos posibilita nuevas formas de comprenderlos y nos permite tener máquinas que sean capaces de aprender y de hacer predicciones a partir de esa información. Esto aumentará de forma considerable el ritmo de la innovación, dado que las empresas de gestión de activos competirán para crear productos para clientes cuyas necesidades y perfiles están mucho más definidos.
Sin embargo, la Industria 4.0 también entraña riesgos. Es necesario llevar a cabo una adecuada protección de los datos y las empresas han de innovar o corren el riesgo de quedarse obsoletas. Por supuesto, esto también afecta a las gestoras de fondos, pues en cualquier caso, los riesgos de la Industria 4.0 se verán agravados en la industria de servicios financieros. Miles de millones de euros cambian de manos cada día a través de los programas de trading de alta frecuencia basados en algoritmos que necesitan una escasa participación humana, algoritmos que determinan que se lleven a cabo determinadas transacciones cuando se cumplen ciertas condiciones. Desafortunadamente, esto hace que la racionalidad sea dejada a un lado y abre la puerta a que se produzcan cambios muy bruscos y repentinos en el sector financiero, generándose un efecto dominó a través de dicho algoritmo. Así ocurrió por ejemplo en 2010, cuando el valor de las acciones americanas cayó un billón de dólares en media hora, demostrando los estragos que un algoritmo puede ocasionar en los mercados en un mundo interconectado.
Otro desafío lo encontramos en la situación de las personas cuyos trabajos han sido reemplazados por una máquina inteligente. En este sentido, corresponde a las autoridades cambiar la manera en la que forman a sus ciudadanos así como aquello que les enseñan, de tal manera que puedan beneficiarse de lo que las nuevas tecnologías pueden ofrecernos. Con todo, a pesar de los importantes retos que presenta, debemos considerar a la Industria 4.0 como lo que es: la última oportunidad para crear riqueza, eliminar la pobreza y mejorar las condiciones de vida de las personas.
Klaus Schwab ha planteado la pregunta de si la Cuarta Revolución Industrial tendrá un corazón humano. Yo creo que sí. Los robots podrán volverse increíblemente sofisticados, pero al final no son más que una extensión del cerebro humano que los ha creado y los algoritmos nunca podrán ser un sustituto eficaz de la capacidad de innovar y del liderazgo humano. De hecho, estoy convencido de que el entorno complejo en el que ha surgido esta Cuarta Revolución Industrial, al igual que ocurrió con sus predecesoras, dará lugar a la formación de profesionales con talento que serán capaces de dirigir y conducir esta revolución en la dirección correcta.
Martin Gilbert es CEO de Aberdeen Asset Management.
http://www.fundssociety.com/es/opinion/davos-la-4a-revolucion-industrial-tiene-corazon
Saludos por mi parte descorazonadores.