Uber regresa a Madrid con licencias de vehículos con conductor
Uber, la aplicación que ofrece transporte para viajeros en ciudades, regresa a Madrid a partir de este miércoles 30 de marzo. Ya anunció en diciembre que volvería a operar en España en el primer trimestre de 2016. Lo hará 15 meses después de que tuviera que abandonar su actividad por orden judicial. La aplicación UberPop, que está prohibida de forma cautelar en España, ha evolucionado hasta UberX, un nuevo servicio que pone en contacto a usuarios con conductores profesionales que disponen de licencias VTC, una autorización de vehículos con conductor que ya usa su competidor Cabify. De esta manera, la compañía se dota de un paraguas legal que le permitirá competir con el sector del taxi (que cuenta con 15.723 licencias en la capital).
"En Madrid existe un número suficiente de licencias para ofrecer un producto de transporte alternativo de calidad", explica Yuri Fernández, portavoz de Uber en España. En su opinión, el servicio que ahora trae la compañía a Madrid "no tiene aristas legales" porque cada conductor tiene una licencia (que otorga la Comunidad de Madrid) y, por tanto, "se enmarca dentro de la regulación". Actualmente, existen unas 1.500 licencias VTC en Madrid (una por cada 30 licencias de taxi, tal y como limita la ley), aunque se espera que el próximo año se emitan otras mil, todas ellas de solicitantes a los que los tribunales les están dando la razón tras recurrir la decisión de la Comunidad de denegarles la petición.
En opinión de Fernández, "el uso compartido del coche es bueno para las grandes ciudades porque soluciona el problema del tráfico y potencia la competencia". En ese sentido se ha expresado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que ha pedido liberalizar los viajes en ciudad con las consiguientes protestas de los taxistas, que entienden que la medida favorece a grupos competidores como Uber, reduce la calidad del producto y pondría en jaque el sustento de 70.000 personas en España.
1,10 euros por kilómetro
Este servicio de transporte de Uber podrá solicitarse desde un teléfono móvil en cualquier punto de la ciudad. El usuario debe indicar el punto de recogida y el destino. La aplicación, gracias a un sistema de geolocalización, pone en contacto al conductor más cercano con el usuario, indicándole el tiempo (de tres a siete minutos) que queda para que el coche llegue al punto de recogida. El cliente también obtendrá la información del conductor, su foto, el modelo del vehículo y su matrícula, así como el precio estimado del trayecto, que será de 1,10 euros por kilómetro. Uber se queda con el 25% del importe total por su labor de intermediario. Todas las transacciones, no obstante, se realizarán a través de la web y con tarjeta, por lo que el usuario no debe hacer ningún pago en efectivo.
"No se trata de competir con el taxi"
El portavoz de Uber en España indica que el ahorro de su servicio "con respecto al taxi es del 30%". Subraya que no es factible que el producto esté disponible en otras ciudades españolas, ya que no existe en ellas suficientes licencias. Destaca que el nuevo servicio no trata de competir con los taxis, que "van a seguir manteniendo la exclusividad de las paradas. Hay espacio para todos". Fernández se excusa en que el servicio de UberX solo se puede solicitar dentro de Madrid, aunque el cliente sí que puede dirigirse al punto que desee. El único límite es que el chófer acepte la propuesta de viaje. "El conductor tiene libertad para aceptar el servicio, no somos sus jefes, es un trabajador autónomo", reconoce.
Para registrarse como conductor en la plataforma, algo que se puede realizar en España desde diciembre en la web de Uber, los profesionales deben cumplir varios requisitos además de disponer de un vehículo con licencia. Han de aportar también que están dados de alta en el régimen de autónomos o constituidos como empresa, los antecedentes penales del conductor, la ficha técnica del coche y la vigencia del seguro. Otra de las novedades de Uber en su regreso es que, a través de un acuerdo con la Unión Profesional de Trabajadores Autónomos (UPTA), esta organización prestará servicio gratuito a los conductores de la plataforma para que "puedan realizar una correcta tramitación de su actividad".
La compañía dio la primera pista de su vuelta a las carreteras españoles el lunes, cuando publicó en su cuenta oficial de Twitter un vídeo de 23 segundos con la frase Madrid! #UberlsComing. El tuit llegó a ser tendencia en la red social y dio lugar a todo tipo de especulaciones y comentarios.
Uber, creada en 2009, cuenta con 6.000 empleados en todo el mundo y presencia en 400 ciudades de 69 países. En Europa, la legislación es diferente en cada uno de los 27 países en los que opera. Cuenta con ocho servicios diferentes, entre ellos UberPop, un servicio de movilidad entre particulares (en Europa solo disponible en Reino Unido y Francia); UberX (el producto que ahora llega a España y que ya está en otros 15 Estados del Viejo Continente), de base profesional; UberBlack, para coches de alta gama (en 16 países de Europa) o UberPool, un servicio en el que los usuarios comparten trayecto y costes (por el momento solo lo ofertan dos ciudades europeas, Londres, con 25.000 licencias, y París con 12.000).
Los productos de esta empresa están presentes en un total de 61 ciudades europeas (contando Madrid), pero solo en nueve de ellas puede trabajar cualquier particular (sin necesidad de licencia). Cinco de esas localidades están en Polonia. Según Yuri Fernández, "los países bálticos están liderando la revolución tecnológica. Están a la vanguardia de la economía digital con regulaciones abiertas". También lo están las legislaciones de EE UU, Australia o Filipinas. Aunque opera en 30 ciudades de América Latina, apenas tiene un marco legal que les regule en este continente, a excepción de Ciudad de México, donde la aplicación está muy desarrollada (cuenta con 10.000 conductores). Esta semana, Uber acaba de desembarcar en Buenos Aires, la única de las grandes ciudades de Latinoamérica en la que no existían sus servicios.
Lucha contra las regulaciones
Son tres los tipos de servicios que presta Uber en las de ciudades europeas. El primero de ellos, el de ridesharing. Estas poblaciones pertenecen a Estados en los que los gobiernos han desarrollado regulaciones para que los particulares puedan operar. Según la compañía de transporte urbano alternativo, el paradigma es Estonia, que ha aprobado recientemente una ley pionera en el sector.
En segundo lugar, están los países que exigen licencias de transporte, aunque no fijan límite al número. Es, según Yuri Fernández, lo que sucede en la mayoría de los países europeos. En todos ellos, el transporte lo debe conducir un profesional con licencia y la ley no contempla el transporte entre particulares.
Por último, están los países que exigen licencias de transporte y que limitan el número de licencias. Es el caso de Italia y España, "los Estados más restrictivos de Europa", según el portavoz de Uber en España.
http://economia.elpais.com/economia/2016/03/29/actualidad/1459249748_399031.html