Amenazas, funcionarios y crisis
He encontrado un articulo que creo merece la pena reproducir aquí:
Amenazas, funcionarios y crisis
Cansado de los consejos que las agencias de rating o calificación de riesgo dan a los países, de los mensajes que la patronal lanza a los funcionarios, y de esa velada amenaza que no entiendo sobre que una buena parte de ellos se van a quedar a en la calle muy pronto, cuando por otro lado en lo que se supone que trabajamos es en hacer descender el número de desempleados y no en aumentarlo con cierta sensación de revanchismo, un amigo mío y yo, tras varias horas de debate, estudio y establecido el consenso total sobre las medidas necesarias, hemos llegado a la conclusión de que la casa no se puede empezar por el lugar donde se junta las dos patas de un tejano y que, por tanto, la solución a la crisis económica en España está en los cimientos olvidados de la sociedad.
Por cimientos entendemos a las personas y como no se puede aplicar a todas, creemos que consiguiendo que un reducido grupo las asuma es suficiente, porque ese grupo de elegidos han sido señalados por el resto como representantes. Así, con que la clase política asumiese esa receta, esto de la crisis nos lo merendábamos en dos días. Pero hay más, porque si cada uno de nosotros asumiésemos la aplicación de esos dos únicos principios, el problema ya no sería que creceríamos por encima del 1,2% del PIB, y con ello atraeríamos esa inversión extranjera que está esperando un cambio en el país que no tiene nada que ver con el color rojo o azul de uno u otro partido, sino con el rojo y el verde de los gráficos de crecimiento económico. Llegados a ese punto, el problema sería cómo nos quitábamos de encima a tanto moscón inversor.
Y lo crean o no, nuestra mayor sorpresa, la de mi amigo y yo, fue precisamente que las soluciones han estado ahí siempre.
Verán, la primera es honestinadad y con todo lo que ello conlleva. Algo así, y me perdonan la redundancia, como poner en valor ese valor humano que no puede ir y venir o ser patrimonio de unos pocos. Eso obliga a actuar siempre en base a la verdad, y entender que eso de la verdad es solo una y no depende de consensos, sino de lo que el mundo real nos presenta como innegable.
La segunda es, sencillamente, la superación.
Se trata de desarrollar la capacidad de lograr los objetivos que nos propongamos, y requiere inmediatez, planificación, esfuerzo y trabajo constante. Y sí, entiendo que es jodido y que puede cansar sólo de leerlo, pero como les decía la verdad es una sola y eso de las medias verdades es una de nuestras peores perdiciones.
Pues bien, con esas mínimas definiciones hagan un ejercicio muy sencillo. Imagínense a uno mismo potenciando esos dos valores. Y ahora sumen a otros cinco individuos más de su entorno más cercano y vuelvan a imaginar los resultados a tres meses vista ¡Cojonudo verdad!
Ahora, si quieren, busquen esos valores en algún político y si lo encuentran, ese es el bueno. Pero no vale hacer trampa, que verdad sólo hay una.