Decepciona con en mal servicio de los dependientes de IKEA

Reconozco que algunos días de grandes aglomeraciones (sábados p.e.), he quedado bastante crispado por el trato humano sufrido en algún IKEA. Solo que mayormente no era causado por los "chicos de amarillo", sino más bien por "cierta" clientela.

En cambio, yendo entre semana, donde están los mismos "chicos de amarillo", pero está ausente la mayor parte de esa "cierta" clientela en general he quedado muy satisfecho.

Quizás IKEA para mejorar la experiencia humana de sus clientes en sus centros, determinados días debiera reservar el derecho de admisión a "ciertos" clientes.

(Hay tiendas IKEA que hacen algo similar respecto de sus aparcamientos, de pago en según que días y gratuito otros días)