#1
Terrible experiencia en Media Markt. No dan la cara y se burlan de ti descaradamente.
Debido al teletrabajo necesitaba comprar un monitor nuevo; así que comienzo a buscar ofertas y veo un producto que me interesa en Media Mark.
Veo que al día siguiente comienza una promoción (día sin IVA), así que me espero un día para realizar mi compra y aprovechar esa oferta.
Empieza el calvario:
1- Para comenzar, al día siguiente subieron el precio del artículo. Sigo adelante porque la oferta compensaba el aumento de precio.
2- Hago el pedido online y aprovecho la compra para incluir un segundo artículo. Recibo un correo indicándome que el pedido llegaría al día siguiente.
3- En la tarde del día siguiente al de la entrega, no he tenido ninguna noticia del pedido, así que me animo a escribir a atención al cliente para saber lo que estaba pasando.
4- Me contestan que tienen el monitor pero que no tienen disponibilidad del segundo artículo y me dicen que si estoy de acuerdo en anular la compra de este artículo, me envían el monitor, que es lo que realmente me interesaba.
5- Les contesto que estoy de acuerdo con anular la compra del segundo artículo y les pregunto la fecha estimada de entrega del monitor.
6- Me contestan que no saben en qué fecha me pueden entregar el monitor (esto quiere decir que la primera respuesta era mentira).
7- Al día siguiente vuelvo a escribir exigiendo una solución porque ya me urge tener el monitor para poder trabajar.
8- Pasan más de 24 horas sin respuesta y me decido a llamar a atención al cliente. La única alternativa que me ofrecen es anular el pedido.
9- Al día de hoy, no me han devuelto el dinero aún, así que me encuentro sin el monitor que necesito ni el dinero para poder comprarlo.
En toda esta tortura:
- Nunca me dieron un explicación de lo que pasaba.
- No recibí una disculpa
- No recibí una solución
- Me contestaron con mentiras y evasivas (cuando se dignaron a hacerlo).
- Me ignoraron.
- Aún si me devuelven el dinero, habré perdido la oferta que al parecer no es más que un timo.
Recordando su famoso eslogan “Yo no soy tonto”… No sería tonto si vuelvo a comprarles sino completamente imbécil y masoquista.