´Jesús Cacho, en su artículo en www.elconfidencial.com o www.elconfedencialdigital.com del 03/09/2003:
El caso Eurobank y la responsabilidad de un banco de España encargado de controlar, que no controla.
No hay verano que se precie que no depare un disgusto al Banco de España y a su eventual gobernador, en este caso el inefable Jaime Caruana. Esta vez el incendio ha tenido lugar en la prominente Cataluña, donde un banco pequeño entre los medianos ha hecho saltar todas las alarmas. Sin comerlo ni beberlo, cerca de 70.000 ahorradores, en su mayoría de humilde condición, se desayunaron, a dos días vista del comienzo de las vacaciones, con la intervención de su banco, Eurobank.
Una vez más la casa sin barrer. Con el escarmiento del chiringuito de Gescartera fresco en la memoria financiera de los españoles, un banco, cuya autoridad está radicada principalmente en los dominios de Pujol, dejaba con los bolsillos vacíos a un buen puñado de españoles que había acudido al reclamo de intereses del 6% y productos de inversión varios que garantizaban las inversiones.
De nuevo una situación escandalosa que pone otra china en el camino de la credibilidad del sistema financiero, donde parecen tener cabida escurridizos personajes capaces de mantenerse en la cuerda floja de la legalidad durante años, mientras los responsables de velar por la seguridad de los ahorradores escurren el bulto, miran hacia otro lado o levantan expedientes varios que terminan en el baúl de los recuerdos. Y ello con un Banco de España cuya actual y casi exclusiva razón de ser estriba en la vigilancia y control del sistema financiero.
¿De qué ha servido que la institución que ahora preside el señor Caruana llevará tras la pista de pascual desde 1996? ¿Para qué sirve, entonces, la autoridad monetaria? Algo falla si después de diez expedientes y varias sanciones Cibeles no ha podido evitar-¿ha querido?- una situación que va a dejar a muchos sin un dinero que legítimamente les pertenece. Sorprende que una sencilla y elemental red como la tejida por Pascual a través de sus Mutuas haya sido suficiente para dar esquinazo a los ``avezados´´ inspectores del Banco de España.
Una responsabilidad compartida con la Generalitat, a quien corresponde la supervisión de las mutuas, lo que permitio a Pascual eludir todos los controles que encontró a su paso. Naturalmente, hasta que todo se derrumbó. Demasiado tarde.
El temor a no levantar alarmas, la mojigatería de unos y otros para no interferir en sus respectivas parcelas de poder, el exceso de generosidad con quien repetidamente fue llamado al orden, todo ello y algo más ha desembocado en una situación que pone de manifiesto el funcionamiento imperfecto de un sistema que se rige, fundamentalmente, por la confianza que los usuarios depositan en las entidades a las que cede su dinero. Y por la seguridad de que el controlador efectivamente controla y persigue a los sinvergüenzas. Pero si el controlador no controla, entonces vuela el dinero y desaparece la confianza.
Este es el artículo completo de Jesús Cacho del 03/09/2003 en www.elconfidencial.com
También sobre la misma temática es el editorial del 02/09/2003 en www.libertaddigital.com titulado Eurobank: los controles no funcionan.