Mi querido don Nabeca. Su Excelencia sabrá sin duda el significado de sus acertijos y vericuetos. Lo que a mis pobres luces les parece harto extraño es que a ese señor que Vd. cita le haya quedado como carta de presentación un flamante convenio de acreedores con los que fueron sus víctimas y más de diez millones de euros en la caja para aliviarse.
Pero como le digo, mi pobre numen no puede aspirar a descifrar el intrincado pensamiento de los doctores que como su Ilustrísima, que bien sabrán sus motivos, ampararon de palabra, obra y extrusión ese magno acuerdo o convenio que tan bien parado dejó al presunto y afamado señor que cita.
Se diría que en algo les habrá quedado muy agradecido, como malquerencia e inquina tendrá con quienes le discutían tan magnífico aval.
Saludos tenga Vuesa Excelencia desde Rankia.