Más que un gesto, la "bajada de impuestos" anunciada por el PP es un fraude (otro más) como queda claro al comprobar los cálculos que se han aportado y que demuestran que únicamente los madrileños con ingresos superiores a 50.000 euros la van a notar, mientras que la gran mayoría de la población únicamente va a ver como le bajan 50 euros en el IRPF mientras le dicen con trompetitas lo de "bajada de impuestos" para que los ojos le hagan chiribitas, para acto seguido subirle otros tributos como las tasas, o los precios públicos.
Y respecto al cuento de que "España no puede soportar el gasto público" no es más que un soniquete mediático vacío que se repite una y otra vez sin aportar datos contrastables que lo respalden y obviando cuál es la realidad, que es que España tiene un nivel de gasto público inferior (y no superior) a los países europeos parangoneables.
http://afuradadotrasno.blogspot.com.es/2012/07/el-problema-esta-en-los-ingresos.html
El problema de España tiene mucho más que ver con el bajo nivel de ingresos públicos que con un presunto desmedido gasto público, pero cuando lo que se pretende no es hacer un análisis riguroso de la realidad sino sólo conseguir un titular mediático amarillista siempre queda más efectista decir que todos es culpa del despilfarro de gasto público y que los coches oficiales de las comunidades autónomas son los culpables de la crisis, del déficit, del cambio climático, del cáncer de pulmón, de la sequía y de los terremotos.
Son precisamente las políticas del PSOE y del PP de favorecer la economía especulativa (SICAVs, ladrillos, aeropuertos fantasma, AVES a Motilla de Palancar, amnistía fiscal, gravamen reducido para los beneficios de pelotazos urbanísticos, etc.) sobre la productiva, así como la particular tolerancia que ambos partidos han mostrado al altísimo nivel de fraude fiscal, corrupción, fraude laboral y en materia de ayudas públicas que sufre nuestro páis las que han favorecido esta situación de falta ingresos públicos.
Los técnicos de hacienda llevan años denunciándolo, casi tantos como algunos partidos llevan repartiendo sobrecitos con billetes mientras anuncian "bajadas de impuestos".