Una anécdota con el IVA
Hace ya unos años acudí a un taller mecánico porque no funcionaba el elevalunas de una de las ventanillas del coche. Recuerdo que me trataron bien (con atención y cortesía) y el arreglo no se demoró mucho tiempo. La factura era algo alta (a mi juicio, pero yo no soy mecánico y ya sabéis la fama que tienen los Servicios Técnicos...). Lo que me descolocó fue lo siguiente:
- ... bueno el arreglo son 130 euros (no recuerdo la cifra). ¿Va a querer factura?
- Ah! ¿Quiere decir que me descuenta el IVA si no quiero factura? Bueno, pues es un ahorro a considerar...
- No, no. Yo le voy a cobrar lo mismo tanto si quiere la factura o no la quiere.
- (Confuso) Ehhhh.. ¿No me saldría más barato si no me da factura?
- No, no. Si quiere me da el dinero, le doy un recibo o le hago la factura. En total son 130 euros...
- (Todavía confuso) Pues entonces está claro: hágame la factura .
(pensando en que por lo menos acreditaría el servicio prestado en caso de que se volviese a estropear)
Y de ahí me fui con mi ventanilla arreglada, una factura desglosada que con el IVA sumaba 130 euros y la sensación que el dueño del negocio le daba igual dar facturas porque tampoco las iba a declarar....