Aunque esto ya requeriría la presencia de un abogado, sin duda podría demostrarse mala fe por parte del funcionario de turno que manda las cartas (unas veces en la casilla 304 y otras veces en la 282).
Como dije, no se trata de hacer cumplir las leyes. Los inspectores de Hacienda tienen un concepto llamado "complemento de productividad", por el cuál, sólo por el hecho de abrir requerimientos se llevan un plus a final de año (tengan o no razón, pues más de la mitad de los que recurren por vía judicial se ganan).
Por lo tanto, el único objetivo es amedrentar al contribuyente, tratar de que pague, si es necesario doble, más intereses abusivos y sanción.
Alguno de estos funcionarios estaría mejor bajo tierra que sobre ella.