En 2015 Fidelity celebra el 25 aniversario de su gama estrella de fondos para el mercado internacional, Fidelity Funds SICAV, lanzada el 1 de octubre de 1990. Los mercados de activos han cambiado mucho desde entonces y sus procesos de análisis han evolucionado para afrontar los desafíos de la era de la información.
1990 frente a 2015
Los mercados de capitales han cambiado considerablemente durante el último cuarto de siglo. Los emergentes no existían como clase de activo en 1990 y los inversores apenas estaban empezando a digerir la caída del comunismo. Los fondos cotizados (ETF) han sido una de las grandes innovaciones de este periodo y ahora gestionan un patrimonio total de 2,6 billones de dólares repartidos en más de 5.300 productos negociados en todo el mundo. Los fondos de inversión libre o hedge funds son otra gran innovación, a la que han acompañado la proliferación de los fondos de inversión colectiva y el desarrollo de la negociación de alta frecuencia. La gran cantidad de información de que disponen actualmente los inversores en Internet ha supuesto otro gran cambio. Comparado con 1990, los inversores disfrutan de una amplísima gama de opciones.
Las actitudes de las empresas hacia sus accionistas han cambiado, sobre todo en Europa, donde los directivos solían recelar de los accionistas y se reunían muy poco con ellos, si es que lo hacían alguna vez. Actualmente, las empresas mantienen un estrecho contacto con sus accionistas, y existe una ventaja clara para los inversores con perspectiva a largo plazo y capacidad para mantener relaciones con equipos directivos a lo largo del tiempo. Los directivos de las empresas dan ahora mucha más importancia a las rentabilidades del negocio y, por tanto, están en mayor sintonía con los intereses de los accionistas.
Satisfacer las necesidades de los clientes
A finales de la década de 1980 no había muchas gestoras de activos que ofrecieran acceso a fondos transfronterizos. La gama de fondos Fidelity Funds se lanzó para satisfacer esta necesidad. Se ofrecerían en el mercado internacional y los clientes podrían invertir en las monedas de sus países. Los fondos estaban denominados en libras esterlinas, dólares estadounidenses, coronas, francos franceses, marcos, pesetas y liras, pero también en dólares australianos, florines holandeses, libras irlandesas, dólares de Hong Kong, riyales saudíes y francos suizos.
Se constituyeron también redes de distribución en los países en los que se comercializaban los fondos. Fidelity es una de las primeras gestoras de activos en adoptar este enfoque y, a pesar del desarrollo de las tecnologías de comunicación desde entonces, todavía creen que la presencia física y el contacto personal son la mejor forma de entender las necesidades de los clientes.
Una gama de fondos en expansión
La gama de fondos ha crecido de forma constante desde 1990. Fidelity cuenta en la actualidad con 146 fondos y 818 clases activas de participaciones que están registradas en 34 países de Europa y Asia. Los productos que generan rentas han experimentado una demanda especialmente fuerte desde la llegada del entorno de tipos de interés bajos con la crisis financiera. Los fondos de bolsa europea, que en conjunto generan mayores dividendos comparados con otros mercados, han disfrutado de una buena aceptación. Por su parte, la renta variable emergente ha experimentado un gran auge entre los inversores durante la última década, pero últimamente su popularidad ha descendido.
Evolución del análisis en la era de la información
Internet ha sido el gran catalizador para el incremento del volumen de una información que históricamente era difícil de conseguir. Cada día se genera la increíble cantidad de 2,5 trillones de bytes de datos y eso puede provocar sobrecarga de información, lo que, a su vez, puede generar confusión e impedir una toma de decisiones eficaz. Para responder ante ello, Fidelity ha centrado sus recursos en procesar la información y desarrollar perspectivas, ya que la ventaja que se puede obtener con las simples asimetrías ha disminuido.
La importancia de la perspectiva a largo plazo
"Nuestro periodo de inversión preferido es para siempre" es uno de los conocidos aforismos de Warren Buffet. Sin embargo, el cortoplacismo está muy enraizado y es un gran impedimento para conseguir rentabilidades a largo plazo que batan al mercado.
En Fidelity se aconseja a los analistas y los gestores de fondos adoptar una perspectiva a largo plazo y a estar atentos a los momentos de agitación para operar con la información a corto plazo. Esta perspectiva se basa en un análisis fundamental interno con una influencia limitada o selectiva de las casas de bolsa, que son proclives a adoptar la visión alcista o la más positiva sobre los valores que cubren, sin tener en cuenta consideraciones sobre el valor absoluto.
Fidelity opta por usar invariablemente sus análisis propios, que están aislados del ruido del mercado. Sus analistas y gestores de fondos también conversan largo y tendido con consejeros delegados, directores financieros y consejeros. También se reúnen con proveedores y clientes para entender a la perfección la cadena de valor. A menudo, esta secuencia de análisis saca a la luz otras oportunidades de inversión.
Un analista de Fidelity estudiará un único sector en una única región, pero se reunirá con otros analistas que estudian el mismo sector en otras regiones. Eso le da una visión de conjunto de lo que está ocurriendo en su sector en todo el mundo. Además, nuestros analistas cambian de sector cada dos años, lo que garantiza que se analizan las empresas con nuevos ojos y que se ponen en tela de juicio las opiniones.