Un fondo de inversión por San Valentín
Fondos de inversión y San Valentín. A simple vista, estos dos términos pueden parecer muy distantes y no guardar mucha relación. Sin embargo, todos nos hemos enamorado alguna vez de un fondo de inversión.
Por una parte tenemos fondos que, pese a perder año tras año, los seguimos teniendo en cartera por esas buenas rentabilidades que nos dio en su momento. Por otra parte están esos fondos que nunca nos fallan, fieles al pie del cañón, dando lo mejor de sí anualmente. También existen los "fondos platónicos", esos fondos que nos gustaría tener en cartera pero a los que no podemos acceder, ya que una simple partipación es demasiado cara, que su desembolso inicial es desorbitado o, simplemente, están cerrados.
¿Os sentís identificados? ¿Qué fondos os gustaría tener en cartera pero su contratación es pura quimera?