CNMC vs Telefónica: podría frenarse su inversión en fibra óptica
Para muchos, la más que probable futura regulación de la fibra óptica en España podría perjudicar gravemente el desarrollo económico y tecnológico de nuestro país.
A grosso modo, dicha regulación obligaría a Telefónica a tener que compartir sus infraestructuras de súper banda ancha fija con sus competidores (en la mayor parte de España). Así, la futura normativa podría propiciar que Telefónica (el operador que más ha invertido en redes en los últimos años) decidiese cambiar su estrategia en este aspecto y revisar a la baja sus planes de despliegue de fibra óptica. Así, excepto en algunas zonas en las que podrá operar con un alto grado de competencia perfecta (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Coslada, Móstoles, Alcalá de Henares y Badalona), sin cesiones de activos, servicios ni tarifas reguladas, podría reducir sus inverisones lejos de estas zonas. En ese caso también se vería afectada la contratación de instaladores prevista.
El aviso a navegantes por parte de Telefónica parece claro, máxime después de la consulta pública desvelada la semana pasada por la CNMC, al que la operadora contestaba dejando entrever que habrá dos velocidades, con una parte del país disfrutando de una conexión de alta calidad mientras la otra parte contará con un ritmo de despliegue bastante deficiente. Para muchos, la culpa es de la CNMC por desincentivar de esta manera las inversiones y el desarrollo de las redes de acceso de nueva generación.
Si finalmente (como puede ser previsible) Telefónica decide frenar la inversión de fibra en muchas capitales de provincia podría crearse una divergencia todavía mayor que acentuaría todavía más la brecha digital existente en España, con velocidades de conexión muy distintas en las grandes ciudades respecto al resto.
De hecho, Telefónica reacciona de la siguiente manera nada más conocerse la futura normativa:
En un primer análisis soprende y preocupa que en el contexto de un mercado donde los operadores ha anunciado importantes despliegues de redes de nueva generación, la resolución que se saca a consulta parece ir en sentido contrario
En la actualidad, una de cada cinco líneas de banda ancha fija en España puede ser considerada de alta velocidad, en línea con los datos del resto de Europa. Sin embargo, es en las conexiones de 100 Mbps donde España podría quedarse seriamente rezagada respecto a nuestros vecinos europeos.
¿Cómo veis que se está gestionando todo este asunto? ¿Veis necesaria la intervención de un regulador público (CNMC) en estos asuntos? ¿A quién le darías la razón, a Telefónica o a la CNMC?