El patriota Iglesias
En las pasadas elecciones europeas sorprendió la aparición de una nueva formación política, Podemos, liderada por el profesor de Ciencias Políticas y tertuliano Pablo Iglesias. Las encuestas le daban una expectativa de uno o dos europarlamentarios pero en ningún caso era previsible tan fuerte irrupción en el escenario político.
Las principales causas parecen ser la gravedad de la situación económica así como el clima de corrupción (casi cada día aparecen novedades al respecto) de los partidos políticos tradicionales en el que nos encontramos. La ciudadanía parecía más dispuesta a aceptar los trapicheos de los corruptos cuando la situación económica era más boyante. En la actualidad, con un gran número de ciudadanos atravesando reales dificultades tanto latrocinio les resulta intolerable. La reacción ciudadana es lógica, aunque quizá podría pensarse que pudiera haber optado por otras formaciones como UPyD que no está envuelta en casos de corrupción o incluso mirando hacia la izquierda, IU.
Parece ser que el elegido ha sido Podemos y esto ha hecho que nuestro estable sistema político haya sufrido una real convulsión como reflejan las encuestas. En cualquier caso la fiabilidad de las encuestas, que ya históricamente se ha demostrado que fallan más que una escopeta de feria, es aún si cabe más dudosa. Los expertos en demoscopia para intentar conocer cual es el estado de la opinión de la ciudadanía se ven obligados a realizar una serie de correcciones sobre los resultados brutos de las mismas. Estas correcciones (que se conocen como cocina) se basan en consideraciones de carácter sociológico (voto oculto, recuerdo de voto, etc.) del pasado más o menos reciente. Se da la circunstancia de que no existen antecedentes de la situación actual (particularmente con Podemos) que puedan dar a los sociólogos y estadísticos referencias fiables. Por tanto ahí el cocinero da rienda suelta a su imaginación y creatividad a la hora de confeccionar el plato. Ya se sabe que no es lo mismo cocinar para La Razón que para El País (que tienen diferentes gustos culinarios) y esto puede explicar las importantes divergencias entre las encuestas de los diferentes medios. Se puede concluir que, si bien las encuestas nunca han sido de gran fiabilidad, en la actualidad lo son aún menos. Lo único que se podría entresacar es que el bipartidismo pudiera convertirse en tripartidismo, sin entrar en que orden quedarían.
Esta situación ha provocado gran nerviosismo entre los principales partidos. Particularmente los medios de la derecha (no se sabe si para perjudicar al PSOE) son realmente beligerantes. Intentan buscar y destacar las más mínimas irregularidades de la nueva formación. Hasta la jefa del PSOE, Susana Díaz, salió presta ante los medios de comunicación a indicar que Errejón debía devolver el dinero público si incumplió el contrato de su beca.
La estrategia de los grandes partidos para combatir a Podemos no parece dar resultado. En asuntos de corrupción tratan de equiparar los (de momento) pecados veniales de Podemos con el saqueo que han llevado a cabo dirigentes o personas vinculadas a estos partidos. Realmente será difícil convencer a la población de la bondad de PP y PSOE en tanto estos partidos (aunque se llenan la boca con la expresión regeneración democrática) no limpien realmente sus casas. Si Rajoy, aunque se observe una obligada y tímida reacción, ha permitido lo que ha permitido en el ejercicio del poder de su formación (Comunidad Valenciana, Gürtel, Bárcenas, etc.) o si, por ejemplo, Susana Díaz, reacciona con esa presteza ante los 1.800 € de Errejón y no se le escucha nada sobre los millones y millones de los ERE o los cursos de formación la estrategia parece contraproducente. Realmente quizá lo que debieran hacer estos políticos, si realmente creyeran en sus ideas y no tanto en sus propias carreras, sería dar paso paulatinamente a nuevas personas (que no necesariamente tengan que ser jóvenes, sino estar exentos de hipotecas) e iniciar su retirada. Es evidente que los políticos que o han participado en estos hechos o han mirado para otro lado mientras se producían no son los más indicados para solucionar la situación. No es de recibo que sea el zorro el que cuide de las gallinas.
Si para detener el avance de Podemos, corrupción aparte, solo nos ofrecen resignación ante la realidad económica así como apelar al discurso del miedo (recuerda la aversión al socialismo, que ente otras causas nos condujo al 23F, o a cuando Felipe decía que Aznar prácticamente iba a eliminar las pensiones), no muestran más que la pobreza de ideas en que nos encontramos, así como lo difícil que ha de ser nuestra actual situación.
En las pasadas europeas, con menos de un 50% de participación, la suma de votos de Podemos e IU (a la que el alegre Monago no considera de extrema izquierda) casi superaba los mejores resultados de Anguita en unas generales, en las que siempre se produce una participación muy superior. Es un verdadero error considerar que un 20, 25 ó 30 % del electorado se ha hecho de extrema izquierda de la noche a la mañana.
Podemos es un fenómeno transversal aunque evidentemente sus líderes proceden de una izquierda radical. Iglesias se presentó en las europeas como un Pepito Grillo, como voz de la conciencia de una población hastiada. Su intención sería conseguir uno o dos eurodiputados a lo sumo. En vista del inesperado éxito se ha visto obligado a cambiar de discurso y estrategia. Iglesias es consciente de que aunque difícil no es imposible gobernar o al menos influir en el gobierno y para ello está evolucionando, si no en sus ideas, si en sus propuestas. Está matizando su discurso de las europeas y ya sus intenciones se muestran más realistas, camina hacia la socialdemocracia. Algo que suele suceder en los políticos que aspiran al poder.
En pro de esa transversalidad recientemente se declaró patriota y propuso la supresión de la presencia norteamericana (parte de la derecha de este país es antiyanqui ya que aún recuerdan la guerra de Cuba) en nuestro país y la salida de la OTAN . Lógicamente al orgullo de ninguna nación le gusta mantener en su territorio fuerzas militares que, aunque aliadas, no dejan de ser extranjeras. En cualquier caso esto no deja de ser un claro error estratégico. El peligro ya no la Unión Soviética. El potencial enemigo de España no es tampoco Francia o la Pérfida Albión como han sido a lo largo de la historia, sino que éste se llama Marruecos. El interés de EE.UU. fundamentalmente es el control del Estrecho. Si se les expulsa de aquí Mohamed VI los acogería con los brazos abiertos y esto ya no garantizaría ni la neutralidad estadounidense en caso de que nuestro amado vecino decidiera liarse la manta a la cabeza. De todas maneras en el improbable caso de que llegara al poder ya el CNI lo pondría al tanto, no solo de lo que está al alcance de cualquier observador, sino de los movimientos que vaya haciendo Mohamed VI y daría marcha atrás. Algo así como la conversión de Felipe que pasó del “OTAN de entrada No” a tomarse como un asunto personal la permanencia en la OTAN en el famoso referéndum.
Podemos simplemente hay que considerarlo como una fuerza más del espectro político y criticar lo que tenga de criticable con seriedad. Algo así como lo que hizo Ana Pastor en la entrevista de La Sexta y no con exageraciones aderezadas con falsedades como las de Eduardo Inda (que tiene por costumbre quedar en evidencia), la sección diaria que les dedica 13TV (su salario empezó siendo de 8.000 € y ya parece que va por los 22.000 €) o la encerrona (de la que salieron escaldados como probó la actividad de las redes sociales) que le prepararon en la televisión pública después de ningunearlo durante meses. Estas actuaciones, exentas de rigor, da la impresión de que incrementan el apoyo electoral a Podemos.