Como alguien que ha vivido el bananerismo en carne propia, estoy muy preocupado.
Sé lo que es que la inflación se dispare, que la moneda se devalúe mil millones de veces en cinco años, que de un día para otro bloqueen las cuentas en moneda extranjera y las conviertan en moneda local devaluada a menos de la tercera parte, que los productos extranjeros sean imposibles de comprar y los nacionales sean basura porque no tienen competencia, que el día de paga haya colas kilométricas en los mercados porque al día siguiente el dinero habrá perdido más del 20% de su valor, que haya una elite pegada al poder que consigue moneda extranjera subsidiada y una elite relativa de funcionarios porque son los primeros en recibir la paga, que las "mordidas" estén a la orden del día para todo.
Y no hablo de Venezuela: Hablo de Perú durante el primer gobierno de Alan García (del 85 al 90), quien se definió como socialista y antiimperialista y decidió cortar con todos los organismos internacionales. El desastre y su campaña de miedo contra Vargas Llosa en el 90 (calcada del felipismo hasta en el vídeo del doberman) nos trajeron a Fujimori.
Me preocupa cuando veo a los españoles decir que esto aquí no puede pasar y otra de gambas. Igual como el 2007 me dijeron que esto no era una burbuja y hasta el 2010 me negaban la crisis y me acusaban de ser del pepé. Es perfectamente posible y estos señores no se cortan un pelo al momento de expresar sus simpatías y sus intenciones.
En casa tenemos muy claro que si el podemismo entra seguramente nos tendremos que ir a otro país, y no solamente por lo económico sino -sobre todo- porque las relaciones interpersonales y de poder pueden volver un infierno. Deseo colocar mis ahorros (no pasan de 15 mil euros) en una cuenta en el extranjero para protegerlos de corralitos y otras perradas, pero aún no tengo claro qué elegir ni cuán protegidos estén de los caprichos del país de residencia.