Desempolvando a Jesús Gil y Gil. Y tal y tal y tal.
Hace unos minutos he rescatado al estrafalario personaje en otro comentario que anda por ahí y trasteando por la prensa me he encontrado con una vieja historia que se repite. O la razón por la que los iluminados y salvapatrias acaban triunfando porque el personal se pone hasta los mismísimos y se cansa de la gentuza de la peor calaña que invade le política.
Jesús Gil hizo campaña en Marbella diciendo la verdad. Que quería ser alcalde para vender sus pisos y que para ello necesitaba echar de Marbella a todos los mugrientos que habían tomado la ciudad. Como los ciudadanos veían la decadencia de su cuidad era completa y que los políticos eran todos unos golfos y ladrones que sólo se ocupaban de engordar lo suyo, pensaron que poco tenían que perder y que peor no les podía ir. Así que Jesús Gil arrasó.
Y Jesús Gil cumplió lo prometido limpiando la ciudad, usando métodos digamos contundentes, y mirando para otro lado ante la presencia de otro tipo de delincuentes menos desagradables a primera vista y con dinero. También se le olvidó decir en su campaña que además de vender sus pisos tenía pensado robar a espuertas.
Y pasados ya unos cuantos años, cuando ya no queda nada de Don Jesús y casi nada de Cachuli, volvemos al principio de los tiempos. Me sorprende porque hacen tres o cuatro años estuve por allí un mes de agosto y no vi tal deterioro, ni nada que me pareciera adivinarlo. Mucho pueden cambiar las cosas en poco tiempo.