Revilla afirma que los 4 millones que aportarán al Racing son «por el interés de Cantabria»
En lugar de dar ese dinero por ejemplo, en prestaciones sociales para los parados sin ayuda o en viviendas para afectados por los desahucios, lo da para seguir idiotizando a la gente con el fútbol; que esperar de un político demagogo y populista como Revilla.
«Hemos dado este paso conscientes de la importancia de la supervivencia del Racing para Cantabria. Entendemos las críticas, pero lo hacemos por el interés de la región». Así justificaba el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, el apoyo del Gobierno autonómico al club tras contratar los soportes publicitarios del equipo para desarrollar las campañas de comunicación y promoción, con un coste máximo anual de un millón de euros y una duración límite de cuatro años, entre 2017 y 2020 entre el Racing e ITM. Según explicó el jefe del Ejecutivo a este periódico, ha sido necesario tomar una «decisión urgente», ya que la entidad estaba «al borde de la desaparición».
Revilla recuerda que la aportación regional no será un regalo, sino que servirá para patrocinar Cantabria a través de un soporte de primer nivel y que la mitad del dinero que saldrá de las arcas autonómicas volverá en forma de impuestos cuando el Racing pague la deuda que tiene con la Administración. Además, señala que no es la primera vez que se apoya a una empresa en apuros. Esta posición no la comparte la oposición, que muestra sus dudas sobre el paso al frente del Ejecutivo cuando no lo rechazan frontalmente.
Entre los primeros se encuentra el Partido Popular, que prefiere estudiar todos los detalles antes de mostrar su posicionamiento. Eso sí, el portavoz parlamentario, Eduardo Van den Eynde, calificó como «impresentable» que esta decisión se haya tomado en pleno mes de agosto «con nocturnidad y alevosía». «Ahora mismo Cantabria tiene necesidades más importantes y el propio Revilla dice que no hay dinero para nadie; pero parece ser que depende para quién», concluyó. Más contundente fue Podemos, que no sólo critica la falta de transparencia a la hora de negociar, también los términos del acuerdo. «Nos encontramos con un contrato con el que no podemos estar de acuerdo ni en su existencia, ni en cómo se ha gestado», afirmó la formación morada en un comunicado, en el que rechazaba la entrega «sin control» de dinero público a una empresa privada.
Desde Ciudadanos, el grupo que más contundente se ha mostrado desde el principio con la firma de un convenio de patrocinio, ayer se reafirmaron en su tesis. «No entendemos que se aprueba una partida de cuatro millones de euros cuando no hay dinero ni para sustituir el personal sanitario», afirmó el portavoz parlamentario, Rubén Gómez, quien acusa al Gobierno de mentir cuando afirmó que este patrocinio no supondría ningún coste para las arcas públicas. En su opinión, la cantidad que aportará el Ejecutivo es «desorbitada» y está «fuera de mercado». Por su parte, UPyD Cantabria exige explicaciones y critica que se hayan buscado «fórmulas retorcidas y poco claras» para apoyar al Racing.
El precedente rojiblanco
La polémica que se ha generado en Cantabria trae a la memoria unos hechos similares ocurridos en Bilbao en 2010, cuando el Gobierno vasco suscribió un acuerdo con el Athletic para que lucieran en sus camisetas las palabra Euskadi a cambio de 120.000 euros. Fue en la eliminatoria ante el Anderlecht belga, que se jugó el18 y 25 de febrero de hace seis años.
El trato con el Ejecutivo incluía además que el mismo lema luciera en las camisetas del equipo rojiblanco en el partido que la junta directiva iba a organizar con un rival internacional, bien una selección o un club europeo de prestigio. De esa manera, Ibaigane pretendía compensar de esta forma a los clubes vizcaínos por la 'suspensión' por segundo año consecutivo del partido de la selección vasca, acto que repartió, en su última edición, 120.000 euros en el fútbol base provincial.
El trato con el Gobierno vasco se recogía además que la disputa de cada nueva eliminatoria a partir de dieciseisavos de final tendría una prima de 30.000 euros para el club rojiblanco. Es decir, si era capaz de alcanzar la final de Hamburgo doblaría la cifra inicial hasta llegar a los 240.000 euros