Hola Jaloke,
En primer lugar, disculpas aceptadas. Ha habido en el foro comentarios claramente mas agresivos que el tuyo, respecto a miembros fallecidos de mi familia. Obviamente, no es tu caso. Realmente creo que tu comentario sí que pretendía ser sarcástico, a diferencia de los otros. Perdona si he sido demasiado duro contigo, sinceramente tu comentario no lo merece.
Respecto a la cultura de la subvención, estoy de acuerdo contigo, deberíamos desterrarla. El problema es cómo hacerlo, sin recortar los subsidios / pensiones / transferencias a aquellos que realmente sí los necesitan.
También es cierto que es una cultura muy extendida. En la empresa donde trabajo me ocupo del tema de selección de personal. No te imaginas la cara que se nos queda cuando ofrecemos a alguien en el paro un puesto de trabajo, y lo rechazan porque “para cobrar 100 euros mas que lo que me dan de subsidio, no me compensa”.
Las propuestas que haces, bueno, creo que sería realmente difícil llevarlas a la práctica. Ten en cuenta que si obligas a la gente a que trabaje para la comunidad a cambio de seguir percibiendo su subsidio, lo estarían haciendo obligadas, por lo que lo mas probable es que hicieran acto de presencia en el puesto de trabajo, y poco mas. Si les obligamos por ejemplo a arreglar parques y jardines, etc., pues lo normal es que te encontraras a la mayoría rascándose la barriga, intentando escurrir el bulto. Y lo que no es factible es ponerles inspectores que les vigilen para que no escurran en bulto… Es realmente complicado.
Yo directamente haría otra cosa. Haría del INEM una agencia de colocación, de forma que buscasen activamente empleo para los parados. Algo así como una ETT, pero de carácter público. Si te quedas en el paro, OK, puede ser mala suerte, pero el INEM contacta con empresas que requieran tu perfil. Si rechazas el puesto de trabajo que te ofrecen 1 vez, pues que te recorten el subsidio al 50%, y si lo rechazas por segunda vez, pierdes el derecho al subsidio. Así de claro. Y esto combinándolo con el “modelo austríaco”, por el que la empresa sustituye la cotización por desempleo por una cotización que el trabajador va acumulando conforme aumenta su periodo en activo, de forma que si se queda en paro pueda recuperarla. De esta forma, evitaríamos a la gente que va encadenando periodos de empleo y periodos de paro, porque la gente que ahora mismo trabaja 6 meses para poder ir al paro, no tendría apenas incentivos, ya que no tendría acumulada la suficiente cotización.
Pese a todo, si se tomasen estas medidas, también habría colectivos perjudicados, por ejemplo jóvenes que acceden a un primer empleo, que suele ser “en prácticas”, temporal y bastante precario. A ese colectivo, si se aplicasen las medidas que yo propongo, al no haber cotizado nunca no les quedaría prácticamente subsidio por desempleo, por lo que les estaríamos dificultando la emancipación. Es un tema complicado, adoptes la medida que adoptes no existe la panacea, siempre acabas perjudicando a alguien.
Respecto a lo de los sindicalistas, yo en las empresas en las que he trabajado no era lo que sucedía. El que se afiliaba a un sindicato lo tenía bastante “chungo”. Por ejemplo: recuerdo el caso de una empresa donde los operarios “de base” cobraban unos 850 euros al mes, pero a fuerza de echar horas extra, el sueldo podía llegar a 1.400 – 1.500. Se dio el caso de un compañero que se afilió a un sindicato, creo que UGT, y claro, la empresa tuvo que aceptar que hubiera elecciones sindicales (las primeras que se celebraban en la empresa). Fíjate la estrategia que adoptó la empresa:
En primer lugar, se presentaron a las elecciones candidatos “independientes”, en realidad apoyados por la dirección de la empresa. Como se elegían varios delegados sindicales, en el comité de empresa resultante el afiliado a UGT estaba en franca minoría, pues pese a haber obtenido 3 veces mas votos que su inmediato seguidor, sólo se presentaba él representando a un sindicato.
En segundo lugar, a mi compañero no le ponían problema para coger sus horas sindicales. En cambio, le modificaron su horario: mientras el resto de sus compañeros entraban a trabajar a las 8 de la mañana, él empezaría su jornada a las 10. De esta forma, mientras el resto de operarios salían a obra a las 8 de la mañana, él, al llegar mas tarde que los demás, no podía ir a obra, sino que se tenía que quedar haciendo labores de limpieza, colocar el almacén, etc. De esta forma, también evitaban que hiciera horas extra, de forma que cobraba su sueldo base de 850 euros y punto.
En definitiva, el muchacho tenía pocas alternativas. Harto de ganar sólo el sueldo base, tuvo que buscar otro empleo y se marchó de la empresa.
No se cuáles serán las experiencias que tu has conocido. Supongo que en empresas grandes, o en la administración pública, los sindicalistas sí que cuentan con mas poder. Pero en las empresas pequeñas, (que, no olvidemos, son la mayoría) se tiende a ver a los sindicalistas como gente “molesta”, de la que es mejor prescindir.
Volvemos al tema de la Guerra Civil. En mi opinión, en este tema, como en tantos otros en este bendito país, sobra forofismo y falta sentido común. Tan mal está la matanza de Badajoz, como los fusilamientos de Paracuellos, y tan mal veo yo que se dediquen avenidas a Franco y a Yagüe (responsables de lo de Badajoz) como que se las dedicasen a Ángel Galarza (responsable de la DGS cuando lo de Paracuellos).
Ahora bien, el tema que tratamos no es ése. El tema de la carta del Sr. Molina es “reabrir debates cerrados”. En mi opinión, una cosa es debatir sobre si ponemos el nombre de una calle o no a un señor que nos puede caer mejor o peor; y otro tema muy distinto es dar sepultura digna a personas asesinadas en una cuneta. Son temas distintos. Y lo que me molesta es que se meta en el saco ambas cosas.
A los muertos hay que enterrarlos como es debido. No sé, no me imagino que ETA asesinase a alguien, tirasen el cadáver al mar y nos hiciéramos entre todos pajas mentales del tipo “es que encontrar el cadáver es muy caro y muy difícil, así que mejor dejarlo estar y cerrar el debate”. No. Habría que encontrar el cadáver, y darle la oportunidad a su familia de que le entierren y tengan un lugar donde ir a llorarle.
Y finalmente, en cuanto a educación, en este país existe libertad de cátedra, también en los colegios de primaria. Y aunque es cierto que los profesores tienen que cumplir unos objetivos mínimos marcados por la administración, nadie les puede impedir que adapten las materias como mejor crean. De esta forma, muy bien puede una administración decir que hay que enseñar a los niños qué fue la Guerra Civil, pero si el profesor es honesto, debería haber enseñado a los niños que en el 34 hubo un intento de la extrema izquierda por derrocar al Gobierno democráticamente elegido mediante una huelga general revolucionaria. Lo mismo es aplicable a cualquier otra asignatura, incluyendo Educación para la Ciudadanía. Si el profesor es honesto, debería explicar a los niños en qué consiste un aborto, qué implicaciones tiene, emocionales, físicas, etc. En esto no se mete la Administración. Señala los temas a tratar, no COMO hay que tratarlos, ya que, como dije, esto se deja a la libertad de cátedra de cada profesor.
Si de verdad nos creemos que en la escuela se adoctrina, deberíamos creernos que una inmensa mayoría de profesores, ejerciendo su libertad de cátedra, explica a los niños de forma sesgada, lo cual no me parece muy creíble. De todas formas, siempre queda el recurso a los padres de hablar con el profesor en cuestión, si no están de acuerdo con las enseñanzas que se le imparten. Igual que mi madre iba a hablar con mis profesores cuando me daban un bofetón, supongo que cualquier padre puede hablar con el profesor que imparte Educación para la Ciudadanía si estima que el tema del aborto no ha sido correctamente abordado.
Lo que sí existe en mi opinión es una falta de coordinación. No es de recibo que un niño de Madrid, por ejemplo, conozca que el Guadarrama y el Jarama son afluentes del Tajo, y no sepa ubicar el Guadalquivir, por ejemplo. Quizás en este tema debería haber coordinación entre las administraciones autonómicas, para que se marcasen unos objetivos mínimos en Educación a todo el Estado.
Saludos.