Si no lo tiene tu abogado ya deja lo que estás haciendo y pásaselo. Esa sucursal, y quien trabaja en ella, queda marcada para siempre.
Y por lo que veo sigue apuntalándose la teoría de que muchos trabajadores de sucursales no tenían tan claro qué manejaban... entonces, ¿qué documentación manejaban, los ya expuestos unos días atrás? Si todo es eso, se muestra totalmente insuficiente para venderse. Así que más que el Principio de Hanlon, cabría aplicar la frase de Goethe en esta misma página:
«Los malentendidos y la negligencia crean más confusión en el mundo que el engaño y la maldad. En todo caso, estos dos últimos son mucho menos frecuentes».
Lo que pasa es que la maldad es achacable, al parecer, a las altas instancias, donde reinan el amiguismo, el compadreo, el conchabismo, y el nepotismo. Léase, ese Consejo de Administración al que se le saludó cuando fue a declarar.
Por mucho que los entrevistados de 20 minutos se empeñen, en su ignorancia, en lo contrario.