Si se quisieran concentrar todos los perjudicados de Bankia no cabrían en un estadio de fútbol. Accionistas, trabajadores, engañados con las “preferentes” forman un universo de quienes que van a perder casi todo lo que depositaron, confiando en los gestores actuales y anteriores de Bankia, Caja Madrid y las cajas absorbidas.
En el año 2012, Bankia confesó unas pérdidas de 19.193 millones de euros. Imposible poner en imagen esa cantidad de dinero. Las ayudas públicas a Bankia superan los 22.000 millones de euros. Y ahora está por concretar ese impacto por la revisión de las “preferentes” que ha ordenado el ministro Luis de Guindos. La cifra llega a más de 49.000 millones si se tienen en cuenta los avales recibidos.
La economía de mercado determina que cada inversor o ahorrador es responsable de sus decisiones. Pero pone como filtro que las entidades responsables de esa captación de activos informen verazmente de su situación y sus propuestas; y que no engañen con falsas promesas a quienes acuden a ellas.
En el caso de Bankia y sus antecedentes, está claro que ninguna de las dos condiciones se ha cumplido. Hubo información falsa en su salida a bolsa y captó fondos sin decir la verdad a quienes confiaron en sus gestores. Sobre expusieron riesgos con la burbuja inmobiliaria muchas veces al calor de intereses político.
La Unión Europea no está por la labor de seguir inyectando un dinero del que respondemos todos los españoles. Y la regla máxima del liberalismo, que consiste en que los gestores de los negocios y quienes participan en ellos asuman las consecuencias de sus negocios, no funciona para los bancos cuando se invoca que su caída poder ser letal para el sistema financiero.
Bankia tiene nombres propios en su responsabilidad. La ex presidenta de la Comunidad de Madrid y José María Aznar, que pusieron a amigos de confianza al frente Caja Madrid. El presidente Rajoy que colocó a Rodrigo Rato para la operación de transformación de Caja Madrid en Bankia. Los consejeros de esas entidades que firmaron las actas de los consejos de Administración. Incluidos políticos, sindicalistas y miembros de organizaciones empresariales. Y, naturalmente, los gestores que llevaron a Bankia y a las cajas absorbidas a una situación de quiebra y se marcharon con indemnizaciones obscenas.
Ese es el panorama después de la batalla de una guerra que todavía no ha terminado.
Cualquier decisión razonable puede ser legítima con una sola condición: que se depuren las responsabilidades de los gestores de esta catástrofe, que entren en prision o en un paloton de
fusilamiento
La Justicia camina a paso de tortuga cuando la economía tiene la velocidad del leopardo. Y en esas, el goteo de la tragedia nos envuelve cada día YA SON 42 LOS MUERTOS DIRECTOS O INDIRECTOS SIN COBRAR SU DINERO ROBADO POR UNOS GOBERNANTES MENTIROSOS LADRONES ESTAFADORES
ASESINOS COBARDES P.P. partido podrido hijos de puta