En primer lugar dar las gracias a los que ayer en Valencia dieron la cara y pusieron de manifiesto que somos víctimas de una estafa institucional.
Vuelvo a sentir náuseas de la castuza política, siempre se ha dicho por Andalucía: DIOS NOS LIBRE DEL DÍA DE LAS ALABANZAS, pero lo de Suárez clama al cielo, no porque fuera santo de mi devoción, pero coño quienes conocimos la formabastada de acoso y derribo a que le sometió el gran timador Felipe Glez. y la actuación del marqués rojo - será por el color de su geta- con su ruido de sables son el colmo dela hipocresía y para remate el niño heredero del título nobiliario que añadir a la consorte ganadera.
Cuesta Moyano el aire estará serrano así que se siguen admitiendo petacas, botillos y derivados ibéricos, sólo hay dos bandos ladrones y víctimas del robo:DESOBEDIENCIA CIVIL YA.