La recapitalización y su influencia en las nuevas emisiones y en las participaciones preferentes y subordinadas
Las nuevas exigencias propuestas por la UE para aumentar la solvencia de los bancos incluyen elevar sustancialmente su “core tier 1” (se especula una horquilla entre el 7 y el 9%), hasta el punto que, de llevarse a efecto, sólo cuatro de todas las entidades bancarias españolas cumplirían el requisito (Banca March, BBVA, Kutsa….). Quedarían fuera el resto y entre ellas entidades supuestamente tan potentes como la Caixa y el Santander, que tendrían que recapitalizarse.
Para agravar el problema, se plantea también que sus balances incluyan el valor real de los activos. El reciente caso de la quiebra de Dexia, entidad franco-belga que había pasado los últimos stress test con la nota de “excelente” ha revelado el engaño de incluir aspectos tales como las deudas públicas por su valor nominal y no por el real. Significaría que los activos de los bancos expuestos a deudas como pudieran ser la griega o la portuguesa los verían disminuidos en función de su exposición particular. En el caso de España vendría sumarse a la intención del Partido Popular de legislar de forma urgente para que los bancos regularicen sus balances incorporando la depreciación real de su patrimonio inmobiliario, cosa que hasta ahora no están haciendo. Todo esto requería ingentes necesidades de capital que, según el nuevo planteamiento de la UE debería realizarse por el siguiente orden de prelación:
1º) Para alcanzar el “core capital” exigido, las entidades deberían acudir en primer lugar a la financiación privada, bien con la venta de activos o con la emisión de deuda. Las consecuencias inmediatas serían la venta masiva de inmuebles – con lo que incidiría en la bajada de precio de las viviendas – y las emisiones de renta.
2º) En el caso de que esto no sea suficiente, cada país debería hacer frente por sus propios medios a la recapitalización. En España, le correspondería al FROB proporcionar el capital necesario a cada entidad. Ahora bien, todos aquellos bancos que necesiten la asistencia del FROB no podrían repartir bonus a sus dirigentes ni dividendo a sus accionistas, ni a los propietarios de sus participaciones preferentes (y puede que subordinadas).
3º) En el caso que el país no cuente con recursos suficientes para cubrir la demanda, habría que solicitar la participación del fondo de rescate europeo.
En conclusión, si estor propósitos llegan a cristalizar, en el próximo futuro veremos como empezarán a proliferar nuevas emisiones de pagarés, bonos, obligaciones, etc…. Si sumamos a esto la necesidad de dinero que tienen las Comunidades Autónomas se producirá una fuerte competencia que redundará en una mejora de intereses y condiciones (como acaba de suceder con la nueva emisión de bonos convertibles del Banco Popular para mejorar su “core tier” por la absorción del Banco Pastor). Asimismo, la creciente posibilidad de impago de intereses en las participaciones preferentes y obligaciones subordinadas ya emitidas. ¡Ah! Y los que tengan que comprar una vivienda, mejor que se esperen. Los bancos no tendrán más remedio que bajar sus precios.