Bueno, pues la teoría se cumplió y ha quedado demostrado que todo era "cuestión de números y gestión de riesgos": se acaba de cancelar el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra, el mayor evento mundial del sector de la automoción que se iba a celebrar del 5 al 15 de Marzo en la ciudad suiza.
Lo cierto es que tenemos 2 nuevos ejemplos muy ilustrativos y explicativos en otra capital europea: Ginebra.
Allí, el Salón internacional de los inventos ha sido postpuesto. Curiosamente, este evento cuenta con una masiva afluencia de público chino.
Sin embargo, en esa misma ciudad, se seguirá celebrando el salón internacional del automóvil. Curiosamente, este evento cuenta con una mínima presencia de asistentes chinos: el 99% son europeos.
Lamento que mi reflexión le parezca pobre. No obstante, no se trata de hacer complejas ecuaciones ni elaborados cálculos matemáticos: basta una simple suma comparada. Esa ha sido al menos mi experiencia.
Me interesaría saber cuál es su opinión entonces sobre porqué se ha decidido cancelar el congreso en Barcelona, si considera oportuno compartila.
Le respondo con un contraejemplo: Estos días muchos medios se han cansado de hablar del famoso congreso de Amsterdam que sí se ha celebrado, y sin embargo se les olvida comentar que los propios JJOO de Tokio (que se disputarán en Junio, dentro de nada menos que 4 meses), están ahora mismo bajo seria amenaza de que puedan llegar a ser cancelados.
Cuestión de perspectivas, riesgo percibido y daño reputacional.
Hace pocos minutos nos llegaba la noticia de la cancelación definitiva del MWC.
Ahora toca hacer balance de idemnizaciones/penalizaciones a los que corresponda (ardua tarea), pero queda por delante algo mucho más importante que supera por completo todo lo que hemos visto hasta ahora: ¿Qué vendrá después?
Me refiero a que los efectos del coronavirus no se van a quedar en una mera suspensión de un evento de negocios relacionado con la telefonía móvil, y habrá que ver el grado de implicación que tendrá sobre la economía real (problemas de entregas de suministros por fábricas que llevan semanas paradas, precio de las materias primas, impacto en cuentas de resultados de todo tipo de empresas...).
Y sobre todo ello, a nivel humano, el impacto de las consecuencias de una (posible) pandemia global.