Retornamos al ataque con nuestro estudio de Peter Lynch, en esta ocasión vemos su particular visión de las crisis, especialmente las inmobiliarias y cómo se puede ganar mucho dinero si se estudian las cuentas de las retailers. Supongo que antes de que acabe el año podré haber terminado de publicar los resúmenes-traducciones que estoy haciendo de la antigua edición estadounidense, espero vuestros comentarios
Capítulo Nueve –prosperando con las malas noticias
Durante 1991 el mercado inmobiliario se hundió. Comenzó con el mercado inmobiliario comercial y enseguida corrió el rumor de que se expandiría al residencial.
En todos los titulares aparecía que el precio de la vivienda se iba a hundir.
Y fue verdad, el precio cayó, pero llegó un momento en que los vendedores se cansaron de recibir ofertas por un 30% de lo que habían pagado ellos.
Sin embargo, analicé algunos datos como el National Association of Realtors, y el percentage of mortgage loans in default: Todo parecía indicar que los precios seguían subiendo y de que no aparecían impagos ni desahucios por ningún sitio..
Muy a menudo, los silenciosos datos son más potentes que las noticias que cantan las trompetas.
Sin embargo encontré que una empresa financieramente fuerte, Toll Brothers, caía a plomo.
Toll Brothers era una constructora estricta, no una promotora y no asumía riesgos especulando con su propio dinero. Su Deuda se reducía año a año.
Sin embargo, no fui el único que descubrió Toll Brothers y pronto comencé a obtener beneficios de las plusvalías.
Sin embargo, esta metodología no es a prueba de tontos. En 1984 se anunciaba que la industria gasista tendría problemas y si analizabas las cuentas, veías que las pérdidas eran peor de lo anunciado.
Posteriormente, pensé que si toda esa gente continuaba comprando casas. Deberían amueblarlas. Descubrí PIER1, una empresa que vendía muebles y decoración. Ya la había comprado tras la gran corrección y me acordé de ella.
Además de mantener ventas durante el supuesto proceso de caída del mercado inmobiliario, redujo costes y aumentó mucho sus beneficios.
Otra cosa que se me ocurrió fue que la gente continuaría cuidando sus jardines, que por otra parte suelen abandonarse en épocas de penurias y desalojos. Encontré Sunbelt, un retailer de productos del jardín.
Durante esa época, Sunbelt lanzó una OPV. Normalmente intento huir de ese tipo de operaciones. Pero esta OPV era para conseguir capital para remodelar la decoración de las tiendas, que no había cambiado desde la Guerra del Vietnam. Me pareció muy buena idea. Cotizaba con los ratios a la mitad que el resto del sector y no tenía deuda. "Una compra de libro". La OPV era a 2$. La vendí a 6’5$.
Los movimientos de los insiders suelen ser una muy buena señal. Si compran es porque es buen negocio. Excepto en los bancos, donde los insiders compran como locos cuando la cotización cae, sea por la razón que sea.
Retailers y Goodwill
En un retailer, las existencias cuentan como activo. La fiabilidad de esta información depende del tipo de mercancia que venda la tienda. Puede que esté pasado de moda y no sirva para vender al precio antiguo. O podrían ser calcetines blancos que siempre atraerán a un comprador.
También existe un apartado que son los intangibles (goodwill). Refleja el precio que pagó por un activo que tiene un precio variable, como no sabemos si puede recuperar este tipo de inversiones, debemos asumir que perderá gran parte de ellos.
Una empresa que tenga un porcentaje importante de intangibles no es digna de tomarse en serio. No deberían suponer más del 10% de los activos.
Normalmente un ratio de endeudamiento frente a patrimonio neto suele asustarme a la hora de comprar. Una empresa apalancada con financiación bancaria puede verse en problemas si las ventas caen. Pero si este financiamiento no es bancario, sino mediante emisión de bonos o de otro tipo, es menos probable que se exigible en corto plazo.
En un retailer siempre es buena señal que el nivel de inventarios descienda con el tiempo.
Para los retailers, una forma barata de ampliar la superficie del comercio es colocar kioscos en pasillos y exteriores, sobre todo en épocas de navidad.