Ultima publicación en noclip (Por fín hemos salido en El País )
Maravilloso artículo:
http://www.elpais.com/articulo/economia/Hipotecas/caramelos/envenenados/elpepueco/20091127elpepueco_2/Tes
¿Está seguro de que no tiene un swap? ¿Sabe lo que significa swap? ¿No? Pues está en la misma situación de miles de españoles a los que su banco o caja les ha vendido, asociado a la hipoteca o no, un producto financiero bajo nombres como clip, cuotasegura, contratos de permuta de interés Interest Rating (IRS), stockpyme, etcétera.
'Pymes' en quiebra y particulares que no llegan a fin de mes a causa de un producto vendido como seguro frente a subidas de tipos
A quienes tenían un préstamo a tipo variable se les presentaba como un seguro de proteccion frente a la subida de los tipos. En realidad, es todo lo contrario. Se trata de un instrumento financiero de alto riesgo, un "producto de casino", según el abogado de Derecho de Consumo, José Antonio Ballesteros. Si el Euríbor subía sobre el nivel pactado en el swap, el banco pagaba la pequeña diferencia. Pero nada se les decía de que, si bajaba, tendrían que afrontar pagos superiores en ocasiones a la cuota hipotecaria. Ni tampoco del alto coste y la dificultad para cancelarlo.
Cuando los afectados han descubierto lo que habían firmado era tarde. Es el caso de Gabriel, en cuyo restaurante de la sierra de Madrid comía a menudo el director de la sucursal del Banco Popular. Firmó sin leer porque se fiaba plenamente de su consejo, le convenía una permuta de intereses. También es el caso de Carmen Aguilera y su marido, una pareja de trabajadores que sólo pisan su sucursal del BBVA en Ciudad Lineal para pedir la devolución de comisiones.
A Carmen y a su marido, como a Francisco Cordero, taxista de profesión, les convencieron, a mediados de 2008, de que firmasen el supuesto seguro, descartando que los tipos de interés fueran a bajar. "Pueden subir más, hasta un 8%, y las cosas se van a poner difíciles", les dijeron en el banco. El resultado es que Gabriel tendrá que pagar 8.000 euros extra en 2010, además de su cuota hipotecaria. Y Carmen y su marido pagan 400 euros mensuales, más la cuota de 850 euros, por una hipoteca de 180.000 euros, el equivalente a uno de sus sueldos.
Aunque depende de la cantidad de referencia y del tipo de interés, en la actualidad, por un swap de 100.000 euros se pagan unos 825 euros trimestrales. Para las empresas suelen tener vencimientos anual o trimestral. Es el caso de Carlos, que tiene un pequeño negocio de reparación de muebles. La directora de la sucursal del BBVA le llevó personalmente el contrato, tras insistirle por teléfono durante varios días, porque era "un cliente tan bueno que no podía perder esa oportunidad". A Paloma, autónoma, propietaria de una pequeña tienda de ropa infantil, la obligaron a firmar un swap si quería que se le renovasen la póliza de crédito. A otras pequeñas empresas se les ha impuesto como condición para acceder a un préstamo del ICO. Muchas pymes están al borde de la quiebra, según denuncia la Asociación de Pequeñas Empresas Afectadas por Derivados Financieros (Apymad).
En todos los casos se les dijo que era un seguro frente a la subida de los tipos de interés. El BBVA lo recoge así en su boletín de información para empresas.
Los damnificados son muchos miles, según las asociaciones de afectados y consumidores Adicae y Ausbanc. "La mayoría son españoles, de clase media, con relación de amistad o confianza con el director o algún empleado de la sucursal. Y a ninguno de los afectados se les informó de manera debida y suficiente. Se les dijo que era un seguro sin riesgo, gratuito y sin coste, y se les habló de los beneficios ante la subida de tipos de interés, pero no se especificaba lo que podía ocurrir si bajaban, posibilidad que verbalmente se descartaba, incluso en momentos en que sus propios servicios de estudios decían lo contrario", asegura Lucia Fernández, de Adicae, que ha atendido entre consultas y reclamaciones a 500 afectados. Ausbanc contabiliza 734 consultas y 238 reclamaciones
Estos productos han sido vendidos al abrigo de la ley de 2003, destinada a proteger a los hipotecados contra la subida de los tipos de interés, según la exposición de motivos de la norma. Pero su articulado es menos claro. Dice que las entidades de crédito deben informar a sus clientes de al menos "un instrumento, producto o sistema de cobertura de riesgo de incremento del tipo de interés".
Según las asociaciones de consumidores, Bankinter los ha comercializado masivamente. También Caja Madrid, BBVA, La Caixa, Bancaja, Caja Rioja, Caixa Sabadell, Banco Pastor, Banco de Santander y Banesto, entre otros, han aprovechado para ofrecer un derivado financiero vinculándolo a créditos e hipotecas. Las tres entidades, Caixa Sabadell, Bancaja y Caixa Galicia que han contestado indican que la comercialización ha sido correcta.
Cancelación
Ballesteros aclara que donde la ley se refería al aseguramiento, se ha ofrecido un "incremento del riesgo con la cobertura parcial frente a la subida de tipos y asunción total de la bajada". Lucía Fernández explica que la banca pone un techo para lo que debe pagar al cliente, si el Euríbor sube más de lo pactado (en algunos casos sólo un 0,1%). Sin embargo, bajan los intereses y paga el particular no hay tope alguno.
"Este tipo de producto financiero de alto riesgo nunca debió ser ofrecido a un cliente particular o una pequeña empresa", denuncia Marís de Rojas, así como la complejidad de la fórmula de cancelación. A su cliente, Francisco Cordero, le piden en el Popular 4.000 euros por cerrarlo; a Gabriel, entre 12.000 y 18.000 euros con un mes de diferencia; a Carmen, 14.000 euros, pero la verdadera dificultad es entender la fórmula de algunos contratos. La cantidad oscila en función del Euríbor y del plazo del swap. No se aclara la metodología para la liquidación de estos productos, que se han seguido comercializando en 2009. El director de una oficina de Bankinter en Álava fue incapaz de explicar ante los tribunales cómo se calculaba la liquidación.
Eso sí, las entidades han ofrecido a Carmen, y a otros afectados, un nuevo préstamo para pagar el swap o firmar otro por un periodo más largo. Hay que hacer caja. Angel Garay, de Ausbanc, indica que "cuando se preveía que los tipos irían a la baja, las entidades financieras, para generalizar ingresos adicionales, empezaron a comercializar productos como los swaps o las cláusulas suelo".
Desde las direcciones regionales de algunas entidades se pidió a las sucursales su "venta masiva". Los sindicados de UGT y CC OO de banca han denunciado presiones para colocar estos productos.