Análisis profundo y detallado, un gran trabajo, tras la lectura rápida y fruiciosa que requiere el momento, estoy de acuerdo en gran número de los puntos expuestos. En cualquier caso, antes de tirar la toalla o, dicho en otras palabras rendirse... única opción del ciudadano de a pie, es preciso analizar los detalles, sin afán de crítica de ningún tipo, puesto que en economía ningún trabajo bien realizado --y, éste, lo está--, debe ser criticado aunque el tiempo de al traste con toda su teoría y, digo ésto porque, cualquier cambio de ruta nos introduce de pronto en una ruta inexplorada. Intentará desgranar el ejemplo de una forma gráfica: "un vehículo circula a toda velocidad, mientras un peatón cruza la calle a escasos metros, tras un paso a nivel de tal modo que con criterios físicos inapelables dada la trayectoria, la falta de ánimo en el conductor suicida de frenar o girar, el peatón será atropellado; sin embargo justo en el momento en que todo el mundo está mirando hacia estos hechos pasa un tren que arrolla al vehículo... el peatón se salva" los cálculos físicos que preveían el atropello, no son erróneos, aunque el peatón no haya sido atropellado.
Dicho ésto, surge la pregunta: ¿Cuál sería el tren que nos pudiese salvar de ser atropellados?
Ha sido un placer leer el análisis que ha realizado don Claudio Vargas, debe releerse varias veces y hacer las reflexiones pertinentes. ¡Gracias don Claudio, por compartir su conocimiento! Le asisten a usted bastantes y poderosas razones para desarrollar su teoría y estoy, convencido que hasta usted mismo desearía estar equivocado...
Con mi aprecio y respeto más distinguidos, un saludo junto con mi agradecimiento y, deseo unirme a las peticiones de la mayoría de los miembros de este foro para que se prodigue todo lo que su tiempo le permita