Seguramente, si calculáramos las horas que metemos en estar a la última en inversiones, también nos saldría más a cuenta delegar en algún asesor profesional.Lo único que en este caso, aparte de porque me gusta, prefiero ser yo quien decide dónde, cómo y qué hago con mi dinero.
Yo también tengo huerto y hasta hace poco gallinas.Tienes razón en todo.Yo llevo todas mis inversiones súper controladas, pero lo del huerto es llamémoslo una tradición familiar y prefiero no calcular a cuánto sale el precio, pero ya te digo que más caro que comprándolo, aunque claro, en lo de casa no hay color en calidad y sabor.En mi caso el huerto es gratis (hay gente que paga alquiler por un huerto urbano).La planta hay que comprarla y es casi toda híbrida (antes se guardaban semillas de un año para otro y se hacían planteros).La tierra hay que abonarla con nitratos, etc para recoger buena cosecha (antes con el estiércol y el compós y cenizas era suficiente).Una vez en desarrollo hay que sulfatar para proteger de plagas como pulgones, caracoles, babosas, arañas y demás (cada vez más fuertes y resistentes).Para preparar el campo, utilizo una motoazada (en Aragón la llamamos mula mecánica) que por supuesto necesita gasolina.Para regar como en vuestro caso es por turnos y horarios por lo que se paga también una “alfarda” o pago al término de regantes.Y por supuesto y no menos importante, el montón de horas y esfuerzo que le dedicamos.Ahora suma todo esto y ya os digo que no es rentable, pero lo hacemos porque nos gusta.