La situación de estas trabajadoras se está repitiendo mucho últimamente. Externalizan el servicio de limpieza y las empleadas pasan a ser parte de la plantilla de otra empresa. Al año quieren internalizar el servicio y prescindir de ellas, una jugada maestra y muy poco ética. Con lo que se están forrando en la sanidad privada con esto de la pandemia es muy triste que se quieran aprovechar de mujeres cincuentonas que llevan décadas trabajando para ellos